UN BARRIO:
Nació en Gijón, España, el 24 de diciembre de 1885 a las 24 horas, por eso la bautizaron con el nombre de Jesusa.
Tenía 20 años cuando vino a la Argentina y en 1904 contrajo matrimonio con Sabas Chapero, español como ella. Sus hijos fueron: Alejandro, Consuelo, Emilio, Esther y Abel.
Acompañó a su esposo en emprendimientos como la fabricación de ladrillos, en Reconquista y luego la actividad agrícola en Las Garzas. Pero la preocupación de Jesusa era la educación de sus hijos por eso convenció a Sabás de regresar a Reconquista. Apareció una oportunidad en 1912 cuando se pusieron en venta las quintas ubicadas al sur de la Estación del ferrocarril, propiedad de la Sucesión Mosset Iturraspe. Don Chapero vio la oportunidad de volver a ocupar esas tierras que antes habían pertenecido a su familia. Con la venta del campo y del ganado que poseía en Las Garzas logró su propósito instalando de nuevo una ladrillería a la que le sumó una fábrica de escobas.
En 1926 Jesusa quedó viuda. Mientras sus hijos culminaron sus estudios secundarios, ella maduró la idea de establecer un barrio en los terrenos adquiridos por su esposo. Buscó asesoramiento profesional y el agrimensor Arturo Kaenel trabajó en la subdivisión de las tierras. En 1928 puso en venta los lotes. Su propósito no era meramente mercantilista, estaba orientado a lograr el afincamiento de numerosos obreros del ferrocarril, muchos de los cuales eran extranjeros recién llegados que querían vivir cerca de su lugar de trabajo.
En los años de la depresión económica algunos de los que habían comprado lotes tenían dificultades para abonarlos según lo convenido, doña Jesusa esperó comprensivamente a que pudieran regularizar la situación y les decía que no tuvieran temor de perder lo que con tantos sacrificios habían logrado.
Para que nada le faltara a su barrio donó un terreno para levantar allí una escuela primaria, y otro para la capilla.
“Testimonios de los viejos vecinos dan cuenta de la calidez humana de doña Jesusa manifestado en su permanente apoyo a las familias y especialmente a las mujeres del barrio. Resulta llamativo que muchas de las propiedades aparecen a nombre de éstas, un vecino explica la razón: porque eran las mujeres las que hacía el negocio y, en muchos casos, lo pagaban con su propio trabajo”.*
Doña Jesusa Traviesas de Chapero, asturiana de Nacimiento y argentina de vida, falleció en 1948 a los 63 años. La Municipalidad de Reconquista dio su nombre a la calle principal del barrio que ella creó, como homenaje a su espíritu hacedor.
Datos
Familia Chapero
*Delia Speranza: escritora
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