Obtener la ciudadanía italiana por descendencia es posible para quienes tienen vínculos familiares con ciudadanos italianos. Italia reconoce el principio de ius sanguinis, que significa “derecho de sangre”, por lo que los hijos o nietos de italianos pueden reclamar la nacionalidad siempre que cumplan con ciertos requisitos legales y presenten la documentación adecuada.
¿Quiénes pueden obtenerla?
Según la legislación italiana vigente, pueden solicitar la ciudadanía quienes sean hijos o nietos de un ciudadano italiano. A partir del 28 de marzo de 2025, el derecho solo se transmite hasta dos generaciones: padre o madre, abuelo o abuela. Ya no es posible iniciar el trámite por descendencia de bisabuelos, salvo que se haya comenzado antes de esa fecha.
Además, es importante que el ancestro italiano (también llamado avo) haya mantenido su ciudadanía al momento del nacimiento del descendiente. Si ese antepasado se naturalizó como ciudadano de otro país antes del nacimiento del descendiente, se pierde el derecho. En cambio, si la naturalización fue después del nacimiento, el vínculo con la ciudadanía italiana se mantiene.
Para quienes reclaman la ciudadanía por vía materna, también se aplica una regla específica: las mujeres italianas solo transmiten la nacionalidad a hijos nacidos a partir del 1 de enero de 1948. En casos anteriores, es posible reclamar el reconocimiento a través de una vía judicial en Italia.
ESTOS SON LOS PASOS A SEGUIR PARA REALIZAR TU CIUDADANIA:
Si llegaste hasta aquí, seguramente estás buscando nuevas oportunidades y sabés que un pasaporte europeo puede abrir muchas puertas. Por eso, vamos directo al punto: ¿Cómo obtener la ciudadanía italiana por descendencia? Acá te contamos el paso a paso.
1. Identificar al ancestro italiano:
El primer paso es reunir los datos del pariente que nació en Italia: nombre completo, fecha y comuna de nacimiento. Esta información permite iniciar la búsqueda de sus actas oficiales.
2. Verificar la naturalización:
Hay que comprobar si ese ancestro se naturalizó en otro país y, si lo hizo, en qué fecha. Se debe obtener el certificado de no naturalización (en países como Argentina) o el documento correspondiente. Esto determina si el descendiente conserva el derecho.
3. Reunir la documentación:
Se debe presentar la línea completa de actas desde el ancestro italiano hasta el solicitante: nacimientos, matrimonios, defunciones y otros documentos relevantes. Es fundamental que no haya saltos generacionales y que los datos coincidan entre documentos (nombres, fechas, lugares).
4. Apostillar y traducir:
Los documentos extranjeros deben apostillarse y traducirse al italiano por un traductor oficial. En Italia se entregan las actas originales y sus traducciones. Las actas italianas deben ser originales y completas.
5. Presentar la solicitud:
Actualmente, la solicitud se presenta ante una nueva oficina centralizada en Roma, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. Esto reemplaza a los antiguos turnos consulares y apunta a unificar criterios en todo el mundo.
¿Qué documentos se necesitan?
-
Acta de nacimiento del avo italiano (en italiano).
-
Certificado de no naturalización.
-
Actas de nacimiento, matrimonio y defunción de cada generación (apostilladas y traducidas).
-
Documentación personal del solicitante: DNI, comprobante de residencia, acta de nacimiento, matrimonio y, si corresponde, documentos de hijos menores.
A partir de todo lo expresado en este artículo, es que podemos concluir que la ciudadanía italiana por descendencia otorga acceso a derechos como residir y trabajar en la Unión Europea, transmitir la nacionalidad a hijos y acceder a servicios consulares. Con la información adecuada y los documentos correctos, el proceso se puede realizar de forma clara y ordenada.