Y de repente el cielo se cubrió de nubarrones negros con amenaza de tormenta. Las noticias sobre muertes y violencia ganaron los titulares. Pasamos de esperar cierres de campaña festivos a ver desfilar ataúdes. Como si la realidad cotidiana de muchos argentinos se hubiera querido imponer por sí misma como noticia predominante desplazando a la política. Y la política tuvo que callar obligadamente.
¿Cuánto influye en una campaña un hecho grave de último momento? Depende. Si es un suceso indignante, pero sobre un tema lamentablemente remanido, el efecto queda amortiguado. Por otro lado, si dicho issue es importante, pero el electorado no ve diferencias sustanciales entre las distintas opciones políticas, pierde impacto electoral. Salvo que el acontecimiento sea algo de la magnitud de un atentado terrorista –como las Torres Gemelas o Atocha- la opinión pública no cambia a tanta velocidad como para invertir una tendencia en 48 horas.
Hace 21 meses fue asesinado el kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía, también en la víspera de una elección: la general de 2021. En ese momento el oficialismo –nacional y provincial- achicaron la diferencia de 4 puntos en las PASO a solo 1 en la definitiva. Un hecho de inseguridad conmovedor no le hace ningún favor a UP, pero tampoco es muy probable que pierda más votos de los que ya viene resignando en casi 4 años de gestión. Cuando una fuerza se queda solo con su núcleo duro, un mayor desgranamiento es marginal. Tampoco importa tanto que el dólar haya trepado a más de 600 $ en pocos días. Ni siquiera las buenas noticias que alienten el consumo popular. Todo se lee como parte de la campaña, ya sea oportunismo o manotazo de ahogado.
Cerraron las campañas con anticipación obligada y el clima electoral no se terminó de instalar nunca. El horno no está para bollos. Un público demasiado silencioso da para cualquier cosa. Más allá de que haya bastante consenso sobre algunas pautas de comportamiento (por ejemplo, que Milei sale tercero, pero hace una buena elección; Massa gana con comodidad su primaria y Grabois oscila entre los 5/7 puntos, aunque el peronismo tenga su peor resultado histórico en una presidencial; la diferencia entre JxC y UP no será muy pronunciada; a Schiaretti le irá muy bien en Córdoba; la abstención será histórica), la sensación de incertidumbre predomina. ¿Por qué? Porque salvo los fans de cada campamento, nadie se atreve a firmar nada. Por las dudas.
Sergio Tomás Copperfield en estos días finales apeló en su spot a 1) lo que quiere y lo que no quiere, marcando el blanco y negro, y 2) llamando a votar. Hace bien. A partir de la experiencia de 2021 y de lo que sucedió en la mayor parte de los comicios provinciales, existe una razonable probabilidad de que el peronismo sea el que pague más caro el crecimiento de la abstención. Una parte de su público histórico dice “no voy a votar a la oposición, pero tampoco te vuelvo a votar”. El speech del candidato este jueves a la noche no aportó nada.
El “león” concluye con un juego interesante: hace hablar a los menores de 30 mandándoles un mensaje a la generación de sus padres, diciéndoles que el candidato representa los valores con los que ellos los criaron, reforzando el hit central: esto no se resuelve votando a los mismos de siempre. Tuvo un tramo final exento de novedades, haciéndole perder el fulgor de sus primeros tiempos. Llegó a su cenit en mayo que luego no pudo sostener, a lo que se agregaron los problemas de público conocimiento. De todos modos, si por algún lado puede venir una sorpresa es por su lado ya que, al ser una absoluta novedad en las competencias presidenciales, no existe registro histórico para estimar su piso y techo. El único antecedente es en 2021 en CABA, que es un distrito muy atípico.
El “pelado y peludo” optó por una última pieza audiovisual que no trae ninguna novedad a lo que ya venía transmitiendo. Sigue en la línea de destacar sus propios atributos diferenciadores –equipo, trabajo, experiencia, cambio pacífico- que en este caso trata de agregar imagen de dinamismo y afectividad. Si Larreta gana la primaria no será por sus spots de campaña, que no han tenido mucha creatividad e impacto. En este rubro su competidora lo superó. Lo mejor del alcalde es sin duda la suma de dirigentes de todo nivel para mostrar una fortaleza en donde le saca ventaja a ella. Esta semana hasta logró que explicitara su apoyo el esquivo Nacho Torres, gobernador electo de Chubut.
Patricia Reina finalizó con un nuevo spot a viva voz con vecinos del interior bonaerense, arengando sobre la necesidad de tener coraje para hacer cambios. Nada que ya no haya dicho. Lo interesante de esta semana fue el amague del Emir de Cumelén de dar un apoyo a la Pato que fue, pero no fue, o al menos no lo quiso decir explícitamente. Eso produjo un cierto intercambio endogámico a principios de semana entre Horacio, Patricia y Mauricio.
Pero un proceso electoral no podía faltar sin un último ejercicio de esgrima pública entre Papi y Mami. Nos referimos a Mauricio y Cristina, los dos ex presidentes, los dos liderazgos mayores de las grandes coaliciones. El Emir hizo una crítica al FMI que nunca se le había escuchado desde que tomó el préstamo en 2018 y la jefa recurrió a su habitual estilo popular para llevar agua a su molino. Recordemos que ambos personajes no pudieron ser candidatos al premio mayor por el alto nivel de rechazo que cada uno genera. Sin embargo, sus respectivas voces son fundamentales en la principal oposición y el oficialismo. Resultado, Argentina va a una elección clave sin los dos pesos pesados más relevantes del sistema político. Algo está funcionando mal y la sociedad pasa factura.
Y así llegamos al final de este proceso electoral, inédito en aspectos centrales, agresivo, con la puja interna más importante dentro de una fuerza desde que se creó el sistema de las PASO, con un outsider que de a ratos amenazó con llegar lejos, y al mismo tiempo sin parecer que saca a la ciudadanía de la modorra política.
En este final podrían resonar las estrofas del tema de The Doors “This is the end”: “The end of our elaborate plans / The end of everything that stands”.