La semana que finalizó marcó la celebración de un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad. Son 151 años. La oportunidad resulta muy apropiada para pensar cómo estamos y dónde vamos. La pregunta: ¿cómo andamos hoy, tenemos un futuro compartido?
Debemos queremos más. Aquella frase emblemática de un programa televisivo de los años 80-90 que condujo Roberto Galán, tiene mucha actualidad hoy día en Reconquista. Debemos acordar puntos en común, los que nos unen y que seguramente son muchos más de lo que nosotros mismos podemos llegar a imaginar.
La maldita grieta también nos divide. Desde la radio y este diario digital somos testigos privilegiados de cómo estamos divididos los reconquistenses. Si se prepara un evento importante para la celebración de la ciudad, con la actuación de Jorge Rojas incluida, muchos aplauden esa determinación y otros tantos dicen “pan y circo”, porqué ese dinero no se destina a otra finalidad. Si se anuncia que Aerolíneas Argentinas incluirá en su ruta de vuelos a Reconquista, una parte celebrará el logro de esta gestión (sin gestión nada sucede) y otros subrayarán que la empresa estatal incrementará así su déficit y que es conducida por la Cámpora.
El ultimo tema que más divide las aguas es el proyecto del gobierno provincial girado a la legislatura, en la que propone ceder 10 mil hectáreas de islas a la nación para la conformación de un Parque Nacional, más otra área de islas más extensa destina a un área de reserva natural
La iniciativa provincial divide las aguas. El Intendente apoya esta posibilidad, que también respaldan sus pares de Villa Ocampo, Las Toscas y Florencia. Otros representantes políticos y diversos sectores de la comunidad se oponen claramente a esta concesión a la nación.
Muchos concejos municipales -no el de Reconquista-, y comunas expresaron también su oposición al proyecto. En el medio está el Concejo Municipal de Reconquista que resolvió abrir un espacio destinado a escuchar a diversos actores involucrados con el tema. Como fue la solución para proveer agua potable a vecinos del Barrio América, el diálogo es en la mayoría de los casos, la herramienta más idónea para superar diferencias hasta llegar a un acuerdo.
Acuerdo, de eso se trata. Puntualizamos tres temas de disputas, pero a modo de simples ejemplos, la lista es muchísima más extensa. Es más, hasta parece ser que hoy día no hay tema que no logre dividirnos o sea motivo para el desencuentro. Debemos cambiar nuestra mirada y la forma de construir la ciudad que todos queremos.
Avellaneda y Goya. Muchas veces escuchamos que la comunidad de Avellaneda defiende su sentido de pertenencia, algunos agregan que forma parte de la cultura friulana. Ellos señalan que más allá de las banderías políticas, la bandera principal a defender es la de la ciudad. Tienen internalizado ciertos valores que parecen inmutables y recién en estos últimos tiempos algunos parecen entrar en discusión. Apuntan a la fe en Dios, el valor de la familia y la cultura del trabajo.
Goya es otra muestra de lo que aquí apuntamos. Ellos son muy orgullosos de todo lo que logran concretar. La Fiesta del Surubí es un ejemplo. Un evento de esa dimensión, obviamente es hasta natural que suceda, tiene errores o imprevistos, pero eso se aborda en los ámbitos que corresponde. Hacia afuera, se esfuerzan por mostrar el enorme potencial de la fiesta y la envergadura adquirida. No olvidemos que, hasta hace no muchos años atrás, nuestro concurso tenía el récord mundial de participantes y hoy casi nos duplican. Claro, mientras ellos se esfuerzan por transmitir lo positivo, nosotros somos exactamente lo contrario, y el esfuerzo se enfoca en los posibles errores por incurrir a los ya cometidos.
La crítica. No es mala, la obsecuencia sí. Lo importante es el sentido de la crítica. Criticar es apuntalar lo negativo, para tenerlo en cuenta, y evitar que se reitere a futuro. Es también ponderar lo positivo, no para llevar agua a nuestro propio molino, sino para que ese aspecto lo seguimos reiterando siempre. Así se logra crecer y perdurar en el tiempo, este es el sentido y el espíritu de lo que este articulo apunta a comunicar.
Somos una ciudad cosmopolita. Es muy cierto. Reconquista es un crisol de culturas, de modos de vida, que tiene la inmensa generosidad de albergar a personas y familias que la escogen para desarrollar su proyecto de vida, entre los que me incluyo, y eso es muy valioso. La diversidad genera potencialmente muchos ruidos y dificultad arribar a puntos de encuentro fácilmente, porque las miradas son diferentes. La medicina de la diversidad es la tolerancia, es aprender a escucharnos y tolerarnos un poco más.
El gran desafío como ciudad. Es poder acordar y definir un futuro, un destino en común, que logre una síntesis de tantos puntos de vista, a veces hasta muy encontrados. Este debe ser nuestro propósito, tener la meta de las Reconquista compartida. Si nos ponemos a explorar, seguramente habrá muchos más aspectos que nos unen de los que nos imaginamos. Depende de nosotros, sin miradas sectarias o desde la óptica política, pensando en el bien común y el bienestar de la comunidad en su conjunto.
Les deseo una buena semana.
Lic. José Carlos Odasso