Susana Alicia Maglione
Enseñar con la vida
Susana nació transcurrida la mitad del siglo XX y, lamentablemente, partió antes que finalizara el mismo. En sus escasos 41 años, todos los que la trataron, colegas, amigos, alumnos, pudieron apreciar su capacidad de mujer, docente y militante sindical, franca, decidida, comprometida con sus semejantes, espontanea, firme en sus convicciones, creativa en su vida y su trabajo, contagiosa en su risa y en entusiasmos.
No formó su propia familia, no tuvo tiempo o no estaba en sus planes, pero depositó su cariño en sus dos sobrinas, Valeria y Virginia, a quienes acompaño en su crecimiento y educación. Su hermana Celia cuenta la historia de Susana:
Susana nació el 8 de octubre de 1951, aquí, en Reconquista. Nuestros padres, Hipólito Maglione y Vedella Catalina Bertucci, nos dieron una infancia agradable, aunque, como familia de clase media trabajadora, no estuvo exenta de algunos sacrificios.
Susana realizo sus estudios en la Escuela Normal “Juan Bautista Alberdi” de donde egresó como abanderada, en 5º año. Luego continuó la especialidad de Ciencias Naturales en el Instituto Superior del Profesorado N.º 4.
Como profesora tuvo un variado itinerario. En el Bachillerato para Adultos descubrió la importancia de ese nivel para una sociedad que aún no brindaba posibilidades para que el adulto siguiera o terminara el nivel secundario. Desde ese lugar aportó para la elaboración de las primeras bases curriculares de la nueva modalidad.
fue Ayudante de Gabinete y asumió cátedras en el Profesorado; Mineralogía, Didáctica especial y PrácticaDocente.
Susana, como muchos de sus colegas, consideraba que en la escuela secundaria había que estimular la investigación, por eso fue permanente miembro y luego coordinadora de la Ferias de Ciencias que movilizaron a muchísimos estudiantes, amantes del campo científico.
A fines de los 80, puso su corazón y toda su energía en la creación de su amada Escuela N.º 385. En ella se desempeñó como directora organizadora durante cinco años.
Esta institución educativa de nivel secundario o medio, nació enclavada en un barrio obrero, de casas sencillas y gentetrabajadora. Por eso se puede afirmar que fue muy bien elegida Susana Maglione para ser la directora organizadora. Ella respondía a lo que, Paulo Freire llama “maestro pueblo”, la que contribuye a que sus alumnos se conviertan en seres críticos, capaces de descubrirse, expresarse y avanzar para ser protagonistas de una sociedad mas justa y solidaria. La escuela que se iniciaba en medio de un barrio humilde, no debía tener una “directora-gendarme”, que todo lo prohibiera, que convirtiera la institución en “expulsora” de jóvenes, sino alguien que congregara, que tuviera empatía hacia los más desprotegidos. Todos esos ideales estaban en el ADN docente de Susana.
En el año 1994 se produjo un hecho importante para la escuela: egresaban con titulo secundario sus primeros alumnos. Pero ese año, el 8 de diciembre ocurrió la muerte de su directora, Susana, lo que causó una gran conmociónen la comunidad educativa. Ella tenia entonces 41 años. Por sus méritos y su dedicación a la Escuela de Enseñanza Media N.º 385, que había ayudado a crear, vecinos y autoridades solicitaron que la misma se denominara “Susana Alicia Maglione”.
La escuela tuvo muchos lugares de funcionamiento hasta que se consiguió un subsidio para la construcción del edificio actual, en Barrio Villa Clelia, al sur de Reconquista, primera escuela secundaria que se creó fuera del llamado casco céntrico.
Otras actividades importantes a las que se dedicó fueron al ámbito gremial. Formó parte del SUTEN (Sindicado Único de Trabajadores del Norte). Actividad riesgosa en esa época, previa a la dictadura militar del 76. Muchos de sus miembros fueron encarcelados por la simple circunstancia de asociarse para defender los derechos de los trabajadores docentes. Luego integró AMSAFE y fue delegada regional.
Dejó muchos libros que fueron donados a bibliotecas y alumnos.
Su devoción por la docencia, su integridad, su empatía con los niños, jóvenes y adultos han perdurado en todos los que pasaron por las aulas.
Ella fue fiel al concepto del pedagogo Pestalozzi “enseñar de las mismas cosas … no mediante palabras … dejar que el alumno por sí mismo vea, oiga, encuentre, tropiece, se levante y equivoque … la naturaleza enseña mejor que los hombres”.
Esa fue su enseñanza y legado.
Fue notorio el avance logrado por las mujeres durante el “estado de bienestar”, tal como el historiador Norberto Galasso lo destaca:
En esos años las mujeres pasaron de ser elementos útiles para la cocina y la cama – o en el mejor de los casos profesoras de piano, modistas o maestras- pero siempre una carga para la familia. Comenzaron a desempeñarse como delegadas en asambleas sindicales o estudiantiles, a ser abogadas, odontólogas o arquitectas, hasta llegar a ocupar roles en la Justicia o en el Parlamento. Del mismo modo adquirieron el derecho al voto y a ser elegidas, vieja reivindicación de las feministas de antaño, de aquellos tiempos en que se predicaba que primero debían educarse, sin comprender que aprenderían a votar, votando. Así mismo ese avance les permitía disponer de ingresos propios y quebrar la sumisión al marido, la esclavitud de ama de casa e inclusive las palizas de que dan cuenta los viejos tangos.
La sociedad industrial estableció de este modo una nueva relación entre los sexos, derramando mitos y prejuicios en poco tiempo.
Norberto Galasso
Susana Alicia Maglione. En su joven vida, transitó todos los niveles del sistema educativo enriqueciendo así su formación de maestra. En su accionar se sintió estimulada por las ideas de los grandes maestros como Enrique Pestalozzi y, especialmente, Paulo Freyre, el pedagogo de los oprimidos. En sus últimos años se dedicó a la organización de la Escuela Media N.º 385, ubicada en un barrio obrero donde tubo oportunidad de demostrar su empatía por los más desprotegidos.