Sin dudas, para comarcas como las nuestras, esta semana nos deja un tema que sobresalió muy lejos con relación a otros hechos que también tienen su relevancia. Estoy aludiendo al camión tumbado y saqueado. Hasta allí usted podrá decir, esta practica ya se ha naturalizado, aunque no está de más subrayar que no está bien, que es un delito y que es punible personalmente.
Pero este accidente vial de la madrugada del último miércoles sobre la Ruta 11, a la altura de la III Brigada Área, que tuvo por protagonistas a un camión volcado y a otro que venía en sentido contrario y terminó colisionando con el acoplado del primero, para también volcar a la vera de esta arteria internacional. El ultimo camión transportaba mercaderías que se esparcieron por la banquina, tuvo sus particularidades hasta el asombro, “Es terrible lo sucedido, dijo el Dr. Rolando Galfrascoli.
Lo verdaderamente excepcional en esta oportunidad es que efectivos de la propia Policía de Seguridad Vial fueron protagonistas del saqueo, cuando debían estar trabajando para ordenar el tránsito que era un verdadero caos, como muy bien lo advirtió un cronista de nuestro equipo periodístico. El relato del propio conductor del camión que transportaba la mercadería a Vía Libre Radio fue más que elocuente. Lo más grave todavía, si algo faltaba, utilizaron dos vehículos (camionetas) de la propia institución que deberían estar asignados para cuidarnos, y que fueron utilizadas para transportar la mercadería mal habida.
Según pudo establecerse, la carga sustraída fue trasladada a la vivienda de Hernán Nahuel Peresson. El allanamiento realizado en su finca permitió demostrar que, en el interior de la misma, había parte de la mercadería motivo de la investigación. Con esa prueba contundente, el mencionado policía fue inmediatamente detenido y tras la audiencia imputativa, continúa en esa situación al dictarse la prisión preventiva sin plazos.
No fué solo Peresson. Eso quedó también debidamente demostrado, por cuanto para cometer este delito utilizaron dos unidades policiales con sus respectivos ocupantes. Fueron también detenidos Paula Belén Vázquez, Florencia Micaela Acosta, Gastón José Alfonso Ramírez, Alexis Joan Zambiso, Iván Alexis Lobos y Emanuel Magnago.
El lunes será la audiencia imputativa para estos otros seis efectivos, a todos se les imputa el delito de hurto calamitoso, abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público, posible falsificación de documento público por el presunto ocultamiento de información fidedigna.
A quién confiamos nuestra seguridad. No me gustan las generalizaciones. Son la mayoría de las veces injustas. De un caso en particular, no corresponde inducir que toda una fuerza esté en problemas. Pero la pregunta, es muy cierto también, surge natural: ¿lo sucedido con estos policías, es un caso puntual o es acaso un eslabón de una cadena mucho más extendida de efectivos corruptos?
Es importante siempre, tener muy en cuenta, que en estas personas y en esta institución, nosotros depositamos nada más ni nada menos que nuestra seguridad y le brindamos un arma para ello, para que nos defiendan. ¿Qué seguridad están en condiciones de brindarnos este tipo de policias?
Esto explica mucho de lo que sucede. El gobernador Pullaro resolvió asumir, apenas llegado al poder, una lucha frontal contra el narcotráfico y los mercaderes de la droga, es decir de la muerte. Esto no es gratuito, y las amenazas a su propia vida y la de su familia son una realidad. Lo sucedido aquí, en mucha menor escala, demuestra y explica porqué todavía no se logra desterrar definitivamente el uso de celulares de las cárceles y desde dónde se traman todas las operaciones destinadas a aterrorizar a la población. Trayéndolo a nuestras comunidades, el robo, hurto, arrebato o sustracción de celulares, bicicletas, motos, metales, etc. (la lista es muy larga, por cierto) a algún lado van a parar, tienen un destino. Alguien se apodera indebidamente de estos elementos, porque otro seguramente los compra. Le gente en los barrios lo sabe, por temor no denuncian, los que no saben o no se enteran son los que en verdad deberían saberlo, para actuar en consecuencia.
Cazador cazado. Hernán Nahuel Peresson, además de efectivo policial, es el presidente de la Comisión de Seguridad de la asociación vecinal del barrio, uno de los más castigados por el delito contra la propiedad. Es el responsable de las cámaras de seguridad del lugar, las que a su vez están conectadas al sistema de videovigilancia del municipio. Es casi como decir, pusieron a cuidar al zorro dentro del gallinero, lo importante es que el sistema logró detectarlo y rápidamente detenerlo.
Bronca, vergüenza e indignación. Fue muy ilustrativo escuchar el testimonio de un numerario de la propia fuerza policial. Allí destaca el daño efectuado a una institución con más de 150 años, “el daño es inmenso”, declara. En Rosario hay policías que se juegan la vida todas las noches en la persecución a los delincuentes que se empeñan en generar temor en la población, mientras otros aparecen metiendo las camionetas de culata a la casa de un efectivo para descargar la mercadería sustraída. “No se puede creer, están hasta las manos”, concluye.
No todo está mal. Quiero destacarlo con el mismo énfasis. La dilucidación de este caso fue posible por el excelente trabajo realizado por el operador del sistema de video vigilancia del municipio, que muy atento a su tarea, detectó lo que estaba sucediendo, lo transmitió a sus superiores y estos a la justicia.
Este periodista muchas veces es muy crítico del funcionamiento del Ministerio Público de la Acusación -MPA-, pero con el mismo énfasis, corresponde destacar y aplaudir la brillante investigación realizada con este caso. Es un muy buen mensaje a la población, que debe saber, ser policía no brinda ninguna protección especial si de cometer delitos se trata. Todo funcionó como corresponde y es lo que alentamos permanentemente desde esta columna. De un hecho absolutamente reprochable, surgen varias lecciones importantes, y acciones investigativas que nos permiten exhibir un mesurado optimismo. No todo está irremediablemente perdido y es muy bueno saberlo y saludarlo.
Les deseo una muy buena semana.
Lic. José Carlos Odasso