Cuando iniciamos la semana que concluyó, asumía la gobernación de la provincia Maximiliano Pullaro, que logró sumar más de 1 millón de votos en las elecciones generales de setiembre pasado. Luego de más de 60 años, un radical vuelve a ocupar la máxima función de la provincia. Dijo siempre, prometió en todo momento, que iba a trabajar 24/7; o sea, todas las horas del día todos los días. Es un dirigente del centenario partido absolutamente diferente, lo moviliza una fuerte voluntad de poder, aspecto que lo distingue de muchos correligionarios de Pullaro, en diferentes esperas de gobierno. Solo pensar que a nivel nacional, ningún dirigente de la UCR tiene suficiente capacidad de liderazgo que le permita ser una opción válida en una eventual contienda presidencial, y eso explica porqué debieron conformarse a un papel de acompañante del PRO en Cambiemos.
Gran capacidad de poder. Pullarlo perdió, hace 2 años las elecciones primarias a Senador Nacional con Losada-Scarpín. Fue por una ínfima diferencia, pero quedaba afuera en la discusión por una banca en la Cámara Alta del Congreso de la Nación. Cualquiera se hubiera sentido impactado por un resultado posible pero inesperado. Pullaro hizo todo lo contrario, la semana siguiente a esa elección convocó a su gente y anunció con certeza que iba a ser el nuevo gobernador de Santa Fe. No esperó nada, no perdió tiempo, juntó a quienes creyeron en él y salió a transpirar la camiseta, a jugar el partido que 2 años después lo deposita en el sillón del Brigadier López.
En campaña, algunas cosas de Pullaro me llamaron la atención. Realizó reuniones de trabajo en todas las regiones de la provincia, para contar con un diagnóstico certero de la realidad de cada una de ellas. Contó con soportes técnicos y aplicó estrategias organizativas que caracterizan a las instituciones más modernas. Conformó solidos equipos de trabajo para cada área de gestión. Cuenta también en su haber, haber sido ministro, nada menos de que seguridad, de Miguel Lifschitz, y seguramente habrá podido incorporar de él muchas herramientas valiosas de gobierno.
Pullaro gobernador. No quiso perder un minuto de su mandado; es más, pretendió asumir el sábado 9, pero finalmente ello no fue posible. El domingo, luego de asistir a la jura del presidente Javier Milei, tomó posesión en la legislatura y posteriormente hizo lo propio con su gabinete en la explanada de la Casa de Gobierno. La ceremonia finalizó poco antes de las 24:00 hs., allí convocó a sus ministros a estar al pie del cañón a las 7:00 hs. del lunes. Allí estuvo Pullaro, encabezando una conferencia de prensa y desde las 8:00 ya estaba presidiendo la primera reunión de trabajo con el equipo que logró conformar.
Primera Acción de Gobierno. El nuevo mandatario ya el mismo lunes dejó un claro mensaje en materia educativa, al dejar sin efecto la no repitencia escolar, o como lo llamó la gestión anterior: “avance continuo”. Pullaro, un día antes en su mensaje en la legislatura, había señalado: “no se trata de pasar sin saber, con el único fin de disfrazar de manera ficticia las tasas de egreso”. Anunció también que los gremios docentes serán convocados a paritarias en enero, para comenzar las clases en febrero y cumplir con el compromiso de 190 días. Este periodista reclamó sin éxito hasta ahora, que efectivamente las paritarias sean en el primer mes del año, para terminar con la inercia de empezar con paros de los docentes cada nuevo ciclo escolar.
Llegaron también las primeras medidas de seguridad. El mismo lunes removió a la cúpula policial y puso en funciones al nuevo jefe y subjefe de policía de la provincia. Bajó ordenes muy concretas en materia operativa: menos efectivos en los escritorios y más agentes en las calles, ordenó la rápida reparación de los móviles policiales, que parecen ser un cementerio, suspendió las licencias policiales por 90 días. El gobernador le habló a la policía con órdenes claras, precisas y firmes y también actualizó el importe de las horas adicionales de los uniformados.
El día martes, a menos de 48 horas de iniciar su gestión, Pullaro dispuso restituir los pabellones de alto perfil para narcos y sicarios. El operativo comenzó ese mismo día, en horas de la madrugada, en la Unidad Penitencial Nº 11 de Piñero. “El objetivo es que desde los penales no se cometan más delitos”, enfatizó Pullaro. Lo manifestado por el gobernador es muy cierto. El Juez Federal de Reconquista, Dr. Aldo Alurralde, ordenó este último viernes, 14 allanamientos simultáneos, en Avellaneda, Reconquista, Fortín Olmos, Santa Fe y 2 de ellos en la propia Cárcel de Coronda. Según los resultados obtenidos, se pudo corroborar que la actividad delictiva era organizada desde el propio penal de la ciudad de las frutillas, donde se alojan Tobías Sumansky y Cristian David Vázquez.
El mismo viernes, en el Penal de Coronda, se realizó un fuerte operativo de control, para reubicar a narcos y sicarios, donde pasarán a ser monitoreados en forma permanente y secuestrándoseles dispositivos electrónicos con los que manejaban la comercialización de estupefacientes.
Fuerte respaldo desde la legislatura. Pullaro logró en la primera semana también que, la legislatura aprobara en ambas cámaras diversos proyectos enviados desde el ejecutivo. En materia de seguridad, se aprobó la desfederalización parcial de la competencia penal en lo referente a estupefacientes, lo que se llama el “narcomenudeo”, algo que se venía debatiendo desde hace prácticamente 10 años. Consiguió la aprobación también de la emergencia en Seguridad Pública y el Servicio Penitenciario, la Ley Orgánica del Servicio Penitenciario, la Ley Orgánica del Servicio Penitenciario (apunta a su jerarquización) y la regulación de gastos reservados para investigaciones criminales complejas (que estarán auditados).
Todo esto es lo que la población venia reclamando desde hace un buen tiempo a esta parte. Pullaro mostró conocimientos de los problemas en materia de seguridad, o en su defecto inseguridad, y determinación para ir a fondo. Obviamente, esto ya no es gratis, él y su familia recibieron al menos dos amenazas mafiosas de muerte. Nada que pueda sorprenderlo seguramente, pero es la muestra que se dejó operar a los narcos hasta límites impensados. “Los poderes del estado son más fuertes que la delincuencia”, dijo el flamante ministro de gobierno, Fabian Bastía. Es lo que todos pensamos, creemos y queremos. Me resistía a aceptar que el narcotráfico y la droga sean una batalla perdida. Cinco días fueron suficientes para demostrar que, al menos algunas cosas se pueden hacer, para tratar de revertir esta verdadera tragedia. El comienzo fue auspicioso, es de desear que esta impronta logre materializarse y extenderse durante los próximos 4 años del gobierno de Maximiliano Pullaro.
Les deseo una muy buena semana.
Lic. José Carlos Odasso