Esta vez, en la semana que arrancamos, concluyen todos los mandatos y en todos los niveles. Finaliza también su gestión de 4 años Omar Perotti, que viene ocupando la responsabilidad de gobernador hasta este próximo domingo 10 de diciembre.
El motivo es poder compartir con ustedes, una suerte de balance de su gestión a cargo del Poder Ejecutivo Provincial. Perotti hará su propia evaluación este lunes, por lo nos estamos anticipando por algunas horas.
Punto de Partida. Tres consideraciones muy importantes para señalar: la trayectoria del gobernador, la pandemia y aclarar que esta es una mirada desde el norte, puede que otras regiones de la provincia puedan tener un punto de vista diferente en algunos temas.
La trayectoria de Perotti. Llegó a la gobernación, luego de haber recorrido diversos cargos y funciones, tanto en el poder ejecutivo como legislador y en el ámbito provincial y nacional. Decir con esto que no era un improvisado de la política, conoce perfectamente su dinámica y los actores de la misma. Llegó preparado para el cargo por ocupar y con pleno conocimiento del mismo. Lo único, quizás, que no midió adecuadamente es que la realidad cambia permanentemente, vivimos en la modernidad liquida al decir de Zygmunt Bauman. Esto llevó a que eligiera para su gabinete, a muchos que habían sido ministros con el durante el gobierno de Obeid y que 12 años en política es mucho tiempo.
La pandemia. A poco de arrancar la gobernación, Perotti debió afrontar una situación impensada, inusitada y que modificó todos sus planes de gobierno. Recuerdo perfectamente que una vez me dijo: “todo lo que un gobernador vaya a hacer, debe hacerlo en los dos primeros años, luego sufre el efecto del pato rengo, ya nadie la presta atención y todos piensan en quien habrá de sucederte”.
Desde esa perspectiva, la primera parte de su gestión estuvo signada en gran medida por esta pandemia, que obligó a una mayor inversión en salud y al mismo tiempo disminuyó la actividad económica por el propio imperio de las limitaciones para circular y socializar.
La mirada del norte. Las comparaciones son siempre odiosas y muchas veces hasta injustas. Lo cierto es que Perotti irremediablemente fue comparado con su antecesor en el cargo, Miguel Lifstchiz, que la inmensa mayoría de la gente lo considera el gobernador que más se ocupó por la zona desde la vuelta de la democracia.
Falla de origen. Perotti para ganar la elección debió realizar un gran acuerdo con otros sectores del peronismo santafesino, con los cuales tiene muy pocas coincidencias políticas e ideológicas. Son miradas diferentes de una misma realidad. Esto también fue gravitante al momento de formar su gabinete y salir a la cancha en la primera parte de su gestión. Esta suerte de coalición de gobierno fue claramente contraproducente para este Gobernador. Es imposible unir, mucho menos en política, el agua y el aceite. Perotti es muy distinto a la vicegobernadora Rodenas, no tenia nada que ver con su primer ministro de trabajo Roberto Zukerman, con el secretario de justicia Gabriel Somaglia y siguen los ejemplos. Fue un gabinete loteado desde sus inicios y que tuvo su incidencia en lo realizado. Las diferencias llevaron a que el bloque de Senadores se partiera también y ello, sumado a una inmensa minoría en la Cámara de Diputados, hizo que proyectos estratégicos de gobierno fueran demorados y otros directamente enviados al cajón.
Lo Negativo. En el debe, quedan dos funciones esenciales del estado: salud y seguridad y sumaría educación. El servicio de salud fue claramente muy deficitario. La ministra actual, Sonia Martorano, solo tuvo tiempo para venir una vez a la zona. ¿Estará muy ocupada? El Hospital de Reconquista debió ser intervenido luego del Vacunatorio Vip y nunca más fue normalizado. Los servicios son deficientes en muchas áreas. No existe atención oftalmológica, tras la renuncia de la casi totalidad de sus profesionales, y la guardia pediátrica sigue esperando. El servicio del 107 –SIES- no brinda ya la derivación de pacientes a Santa Fe, con los inconvenientes que ello origina.
La seguridad es, sin dudas, otra manifiesta debilidad de este gobierno que se va, después del fiasco que fue Marcelo Saín, hoy con causas judiciales por su presunto accionar ilícito cuando ocupó el Ministerio de Seguridad. Perotti tuvo 4 ministros para esta cartera, lo que muestra los enormes problemas que debió atravesar. Los homicidios en Rosario lucen descontrolados, pero la inseguridad dejó de ser ya una sensación para toda la provincia.
Educación, quizá un área especialmente afectada por la pandemia, no logró tampoco el aprobado. Las nuevas estratégicas pedagógicas adoptadas, muchas de ellas se mostraron con improvisación, no logran superar ni siquiera ocultar las debilidades. Una de ellas y que mayor polémica y rechazo generó fue la no repitencia. Los resultados son paupérrimos y el desgranamiento escolar en la escuela secundaria se acentuó dramáticamente.
Lo Positivo. Este gobierno trabajó muy bien con el sector productivo. Por factores fundamentalmente exógenos (externo) no logró quizá poner en marcha a ese gigante dormido, así llamó a Santa Fe el gobernador al asumir su mandato, pero hubo muchas acciones en la dirección correcta. Lidiar con un gobierno nacional, aunque del mismo palo político, que impulsó acciones marcadamente en contra del interés productivo santafesino fue un rompedero de cabezas.
Aquí también impactó la sequía, pero igualmente la provincia logra en materia productiva un saldo favorable. Se lo dije al ministro Costamagna en más de una oportunidad, si Perotti hubiera tenido otros ministros así, la historia hubiera sido diferente y estaríamos hablando quizá, en otros términos.
La administración de los recursos es otro punto, que al final de cuentas, con un país en bancarrotas debe ser computado en el haber. Recibió muchas criticas por pararse sobre los recursos, pero al fin de este periodo puede mostrar que las cuentas están, en mas o menos, en orden y no es poca cosa en los tiempos que corren.
La transición al nuevo gobierno, de otro signo político, fue ordenada y es una muestra también de madurez democrática. Esto no sucedió hace 4 años atrás. Conociendo a Perotti, no dudo que habrá querido más para su gobierno, hubo como aquí se apunta, razones y cuestiones propias y otras del orden nacional que no se lo permitieron. Seguramente él, y muchos santafesinos también, esperaban más. “No pudo, no supo o no quiso”, al decir de Alfonsín. Termina su mandato, se va, llega Pullaro. Es de desear que se siga haciendo lo que se hizo bien y corregir todo lo otro, para el bienestar de todos los santafesinos. Al igual que a Perotti, la realidad de un país en quiebra, con todos los indicadores económicos y sociales en rojo, lo pondrán a prueba desde el primer día al nuevo primer mandatario.
Les deseo una muy buena semana.
Lic. José Carlos Odasso