Finalizó ya la primera semana de este nuevo año. Las elevadas temperaturas y la falta de lluvias son dos temas que no dejan de estar en cualquier conversación. La sequía es un tema cada vez más preocupante, en la medida que se extienda en el tiempo sin una solución a la vista. El río Paraná suma también lo suyo, luego del repunte donde logró superar los 4 metros en el hidrómetro local, todo quedó atrás y volvió a los niveles de la bajante histórica de los últimos tiempos. La ayuda del estado, de ese estado presente del que hablan algunos, todavía no aparece y cuando llegue puede que sea ya irremediablemente tarde. Este fenómeno climático tan perjudicial se mide también en divisas que dejarán de ingresar este año al país, entre 12 y 15.000 millones de dólares menos y que reportarán más de 3.000 millones menos para el fisco argentino.
Fue una primera semana de año diferente. Lo habitual es que los primeros días sean destinados a brindar y expresar buenos deseos. No fue así en esta oportunidad. El Presidente Fernández anunció ya el mismo 1 de enero (bien pudo esperar algunas horas más) que enviaría un proyecto de Ley al Congreso de la Nación en esta etapa legislativa de sesiones extraordinarias (donde solo se tratan temas muy urgentes que no pueden aguardar hasta el 1 de marzo, cuando comienza el período ordinario). El mismo se trata del juicio político al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Horacio Rossatti, y luego por solicitud del ala más dura del kirchnerismo, al resto de los miembros del máximo tribunal de justicia.
La pretensión de destituir a los integrantes de la cabeza de uno de los poderes del estado genera una lógica y consabida virulencia que supera al espectro político. Vienen momentos muy duros, de enfrentamientos y acusaciones cruzadas, que como ya lo dijimos, tendrá también sus consecuencias en la economía del país. El gobierno necesita – lo pide Sergio Massa- acordar con la oposición una serie de pautas económicas (moratoria previsional, blanqueo, GNL, etc), en este clima tan bélico, ello resulta casi imposible. Es más, desde la oposición, ahora adelantan que podrían solicitar el juicio político a Alberto y Cristina. O sea, redoblan la apuesta, y a un disparate, le responden con otro despropósito.
“Los problemas de la Argentina, se limitan a la plaza de mayo y las soluciones están en el resto del país”, dijo el Diputado Roberto Mirabella de visita por la zona y probándose ya el atuendo de candidato a gobernador por el sector que lidera Omar Perotti. Y lo dicho por este legislador nacional es así, el 30 de noviembre de 2015, la Corte Suprema se expidió sobre fondos indebidamente quitados por Cristina a Santa Fe, Córdoba y San Luis. Obviamente, allí la entonces presidente no dijo nada, porque el que debió comenzar a cumplir la sentencia era su sucesor en el cargo, Mauricio Macri.
Condenados al éxito o al fracaso. Esta semana entrevistamos en Vía Libre Radio y luego lo replicamos en este diario digital a Alberto Samid. Conviene decir que, muchos que habitualmente felicitan por los entrevistados elegidos, esta vez se manifestaron abiertamente en contra de la persona escogida. Y resulta casi risueño, los que habitualmente nos tildan de gorilas y otros adjetivos a veces cercanos al agravio, esta vez estuvieron muy contentos. Cuesta mucho entender que, en nuestra misión periodística, buscamos que puedan expresarse referentes de todos los sectores y ello no significa que el periodista deba estar de acuerdo con un entrevistado o con lo que este expresa. En un país dividido por esta maldita grieta, resulta casi imposible poder entender esta premisa profesional que no es tan difícil de comprender.
¿Qué dijo Samid? Según el empresario de la carne, los argentinos estamos condenados al éxito y rápidamente, con una verborragia tan particular en él, comenzó a enumerar: producimos alimentos para 300 o más millones de personas y no podemos alimentar a 45 millones de argentinos, los yacimientos de Vaca Muerta pueden producir hasta 3 veces la cantidad de barriles que el país necesita, estamos parado sobre una de las reservas de litio más importantes del mundo y así se podrían seguir enumerando las enormes potencialidades que guarda nuestro querido país.
Muchos se enojaron con Samid, por reproducir esa frase que la mencionó en su momento Eduardo Duhalde, al asumir la presidencia de la nación. Y en realidad, hasta yo me permito coincidir con Samid en este punto, y muchos de ustedes seguramente también. El gran interrogante es, porqué no logramos que esa condena al éxito se haga realidad. Pasaron más de 20 años de aquella aseveración de Duhalde, y estamos claramente peor que en aquel momento, cuando Argentina salía de una de las peores crisis de su historia.
Podemos estar mejor o peor. La pregunta es y ello de que depende. La respuesta es muy clara y sencilla, de nuestros gobernantes de turno, y más allá del signo político al que pertenezcan. El petróleo, el gas, el litio y demás, requieren inversiones fuertes y sonantes. Alguien puede pensar en su sano juicio que en un contexto como el actual, algún inversor estará dispuesto a poner un peso en la Argentina. La respuesta es obvia. Samid dijo que Sergio Massa será la persona encargada de traer los capitales a producir. Se podrá estar o no de acuerdo con este funcionario, lo que es muy cierto que con Massa no alcanza. Hace falta apego a las instituciones, a la constitución y sus leyes, acordar un marco de cierta previsibilidad, exactamente todo lo contrario a lo que se viene haciendo desde hace un tiempo a esta parte.
Les deseo una muy buena semana.
Lic. José Carlos Odasso