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LO QUE DEJÓ LA SEMANA: ¡APRENDAMOS DE LA SELECCIÓN! 🇦🇷

Finalizamos una semana realmente muy emocionante, que solo el futbol y la disputa de una Copa del Mundo puede generar. La vida cotidiana de los argentinos sigue, pero todo parece indicar que bien esperar por algunos días, mientras el equipo de Lionel Scaloni siga en el mundial. Es como decir, pongamos pausa por unos días a los problemas que nos agobian y dividen. Nos es que el futbol los vaya a resolver, nunca podrá ser así porque no es su razón de ser, pero al menos atempera tantos desencuentros a raíz de esta maldita grieta que nos divide.

Fue una semana también muy especial, al conocerse el fallo del Tribunal Oral N.º 2 que dictó la primera condena a Cristina por defraudación al Estado al direccionar la obra publica a favor de su compueblano Lázaro Báez. Se trata de la primera vicepresidente de la historia argentina en ser condenada mientras ejerce su responsabilidad.

Muchos hablan de un fallo histórico, inédito, que nunca antes como ahora se condenó a un mandatario por corrupción. Desde la vereda de enfrente, dijeron fallo grotesco, mafia judicial, estado paralelo. En realidad, no es el objetivo de este editorial profundizar sobre esta sentencia como tal, porque en más o menos amigo lector, usted seguramente ya tiene su punto de vista y no es mi intención interceder en absoluto.

El propósito de esta editorial pasa por otro carril. Me quedo con lo sucedido en Tacuarendí, el mismo martes 6, horas previas a conocerse el dictamen para Cristina, cuando los movimientos sociales de esa localidad del norte departamental cortaron la Ruta Internacional N.º 11, en apoyo a Cristina.

Mientras impedían el paso del tránsito, un chofer de camiónresolvió seguir y apuró la marcha. Pretendieron impedirlo los manifestantes, arrojándose a la mano contraria, el avezado camionero tomó la banquina contraria y siguió, no pudieron pararlo.

El video del camión fue subido a las redes y se viralizó. Allí se puede apreciar el odio y el rencor que nos divide a los argentinos, expresados en los comentarios, algunos tan lapidarios como decir “porque los esquivó, debió pasarlos por arriba, debía venir la hinchada de Talleres (que los dispersó a tiros de armas de fuego), piqueteros malditos, etc.”. Me puso muy mal ver el poco valor a la vida, la división inusitada a la que nos condujeron, como si no aprendiéramos de la historia.

Cristina, más que su condena, más que los juicios que deberá afrontar todavía, más allá de su patrimonio personal, del crecimiento de la pobreza y la indigencia durante la década ganada, del 100% de inflación, del fiasco de este gobierno del que usted es la principal responsable, del desprecio que usted destila hacia la división de poderes y la institucionalidad del país, más allá de todo ello lo más pernicioso es el odio y la división que aviesamente supo generar entre los argentinos. Es la deuda más pesada que nos dejará como herencia y que solo el tiempo es de desear logre ir superando. Es muy cierto también, desde la oposición no hacen nada para ir mitigando todo este despropósito; es más, hasta la agitan irresponsablemente, sin ponerse a pensar por un instante, que si llegan a ser gobierno como están convencidos, les será casi imposible gobernar en este contexto de disgregación social.

El futbol es el camino. Este equipo nos muestra el camino, más allá del resultado final porque al fin es solo futbol y no más que eso, pero transmite el valor del esfuerzo, de la humildad (nadie se cree más que el otro, incluido el propio Messi), del trabajo, del compromiso, de la unidad, de la superación ante la adversidad inesperada. Un equipo sin declaraciones altisonantes, medido, cauto, de dientes apretados, que maximiza sus potencialidades y busca afanosamente corregir errores (supo sobreponerse rápidamente a la derrota inesperada ante Arabia Saudita y transformó la adversidad en las victorias sucesivas).

El futbol argentino volvió a ganarse el respeto y la admiración hasta países tan increíbles como Bangladesh. Somos locales en Qatar por los 35 mil argentinos que viajaron a Doha y por los simpatizantes de mucha otra gente que se manifiesta exultante con los argentinos.

Como una expresión de sincero deseo, que lindo seria que nuestros políticos aprendan las lecciones que el futbol nos está enseñando. Como ocurre con este deporte, tenemos un potencial inconmensurable. Como país, faltan los Scaloni, los Messi, los Dibu, los Julián, los Nahuel y tantos otros que quieren y queremos lo mejor para esta querida nación.

Les deseo una muy buena semana.

​​​​​​​​Lic. José Carlos Odasso

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