El comienzo de esta institución, llamada cariñosamente por la comunidad como el “Hogarcito”, se dio cuando 5 hermanitos quedaron abandonados por el fallecimiento de su madre y por la enfermedad alcohólica crónica de su padre. Esto, unido a otras situaciones irregulares de parte del resto de sus familiares, los obligó a mendigar y vivir muy precariamente poniéndolos en peligro físico y moral.
La comunidad de Moussy, con un profundo sentido solidario, el 15 de agosto de 1988, comenzó a trabajar para lograr una solución a ese problema.
Se consiguió una casa abandonada, y, con el aporte de todos, se logró el amoblamiento, se consiguieron alimentos, ropas y calzados y buscaron a las personas que podían hacerse cargo de la misma.
El 16 de octubre de 1988, se inauguró el hogar con los 5 hermanitos.
A partir de allí, se fueron incorporando otros niños al hogar por lo que la casa estaba quedando muy chica. Por eso, a los dos años se tuvo que trasladar hacia el edificio de la estación del ferrocarril, conseguido por la Municipalidad de Avellaneda ante el ente nacional correspondiente.
Los objetivos generales de la Comisión fijados para el Hogar Jesús de Nazaret fueron los de dar una formación integral, humana, espiritual y social, desarrollar su talento dentro de un marco familiar y prepararlos para cumplir su rol protagonista en la sociedad. En cuanto a los objetivos específicos figuran los de despertar y hacer crear virtudes para generar servicios hacia los demás, apertura a los cambios, respecto a los demás y a sí mismos, compartir con libertad, justicia y amor lo que le corresponde en la comunidad, alegría de elegir, decidir y responder con conductas propias, fomentar la religiosidad con valores trascendentes como el amor, la verdad y la justicia, valorar la vida en familia.
Por el prof. Victor Braidot. Extracto del libro “Avellaneda en el Tiempo”, segunda edición.