El Salón Parroquial de Avellaneda es el primer escenario teatral construido en la ciudad, origen y desarrollo de manifestaciones creativas de varias generaciones. Allí, durante muchos años, los alumnos del Colegio Nuestra Señora de la Merced -y otras agrupaciones teatrales – guiados por el Hno. Vittorio Cordero, ponían en escena obras tradicionales del teatro universal.
Allí funcionó también, el Cine Cultural, a partir de 1953 como un cine de competencia para frenar un poco la afluencia de público hacia otros cines donde se proyectaban películas no aptas para todo público. El RP Rafael Borotto se encargó de todos los trámites pertinentes.
El 3 de diciembre de 1953, en un capitulo conceptual, se resolvió comprar la maquina cinematográfica cuyo costo era de $ 18.800, para lo cual se necesitaba contar, también, con la autorización por escrito (ya dada verbalmente) del Superior RP Silvestre M. Carón. Al año siguiente, el 17 de marzo en otro capitulo conventual, se determinó la construcción de la prolongación y arreglo del salón parroquial para permitir mayor comodidad para las funciones cinematográficas. El presupuesto fue de $ 13.000, que fue aceptado por la comunidad. Allí el cine funcionó durante diez y once años más o menos.
Entre sus considerandos, el documento expresa “que representa, históricamente, un símbolo de la impronta cultural que la Orden de los Siervos de María le otorgó a su labor pastoral en la zona; que una vez restaurado, puede brindar un espacio adecuado para el desarrollo cultura de los alumnos de Avellaneda, en jornadas de formación humano-cristiana, como ciclos de debate, proyecciones, dramatizaciones; que posibilita en encuentro de diferentes grupos generacionales, en el desarrollo de un intercambio enriquecedor para sus protagonistas; que permite el crecimiento de los grupos estudiantiles de teatro, orientado hacia un mayor compromiso en el cuidado de las instalaciones; que se cuenta con el aval del Párroco de la Ciudad, Padre Germán Vallejos, en representación del Obispado de la Dieseis de Reconquista”.
Por ello, en su Articulo Primero, establece: “Declárase Patrimonio Cultural de Avellaneda, al escenario del Salón Parroquial de Avellaneda”.
POR VICTOR BRAIDOT- EXTRACTO DEL LIBRO “AVELLANEDA EN EL TIEMPO”. SEGUNDA EDICIÓN, TOMO II.
