Confección de Alpargatas y Zapatería
Alpargatas
La primera manufactura de este tipo nació en el año 1920 y perteneció a Faustino Volpato.
Datos suministrados en diciembre de 1922 hacen saber que en el desarrollo de las tareas se desempeñaban doce personas.
Julio Manuel Lupis
El establecimiento estaba ubicado en calle Olessio esq. Freyre.
En el año 1931, José María Del Mármol estableció otra fábrica de alpargatas de lona con suela de cáñamo, cuya marca registrada era “YPONA”. El establecimiento fabril se instaló en calle Iriondo Nº 940 y reunía las condiciones necesarias para abastecer al comercio minorista de la zona.
En aquella época la fabricación de ese tipo de calzado resultaba un negocio interesante. Un par de alpargatas marca “Luna”, la más popular, costaba sesenta centavos. Del Mármol estableció para su producto el precio de cincuenta y cinco centavos, pero su tarifa fue rebatida por la Cía. General Fabril y Financiera (Bunge y Born) que ofrecía la “Luna Española” a cinco centavos menos.
Julio Manuel Lupis
Esa situación y los efectos devastadores de la crisis económica mundial fueron motivos del decaimiento de esta inquietud industrial.
Zapatería de Juan Durieux
Según el periódico “Tribuna” del mes de abril de 1936 esta zapatería se estableció en el año 1915 con el nombre “La Juventud” que pronto pasó al olvido porque siempre se la nombraba como “Zapatería Durieux”. Primeramente, estaba ubicada en la esquina de Calles Hábegger y 9 de Julio mudándose años después unos metros hacia el Norte.
En sus inicios fue la única fabrica de calzados de lona que se hacían con máquinas especiales, luego también fabricaban zapatos y botas sobre medidas y composturas. Durante más de medio siglo fue la zapatería tradicional de Reconquista, la que proveía a hombre, mujeres y niños de calzado de muy buena calidad.
Don Juan Durieux nació en el año 1895, a los 15 años comenzó a trabajar de “zapatero remendón”. Posteriormente ya comenzó a fabricar zapatillas para niños: eran de color negro con una pulsera que salía del telón hacia adelante y prendía con un botón. Este estilo de zapatillas fue muy usado y económico por eso él fabricó una gran cantidad. También se hacían canilleras de lona blanca, muy usadas en los obrajes para protegerse de la ropa, se las vendía a La Forestal. Otros tipos de calzado que se hacían en la Zapatería de mi padre, Juan Durieux, eran zapatillas de cuero con elástico en el empeine y con media suela para que sean más durables.
Muy requeridas eran las botas “a medida”, de hombre y mujer. En su fabricación no se utilizaban clavos comunes para unir las suelas, sino clavos de bronce especiales que no se oxidaban. El cuero utilizado era tratado en su parte interior y el tratamiento consistía en capas de un cemento especial. Luego de cada una se dejaba orear y por ultimo se encimaban las partes. Este tratamiento impermeabilizaba las botas. En la parte interior llevaba el forro.
Previamente se realizaban los moldes que luego se guardaban para cuando el cliente volviera a necesitar la fabricación de otro calzado. Durante la Segunda Guerra Mundial se redujeron las importaciones, por lo tanto, no se conseguía el cemento necesario y debió ser reemplazado por un producto casero que se hacia con goma y diluyente.
La Zapatería Durieux también hacia los zapatos ortopédicos y zapatillas de lona, como las alpargatas, pero con suela clavada a máquina. Los cueros y suelas utilizados se traían de Goya, Rafaela, Esperanza y Santa Fe.
En los primeros años el taller se localizaba en la esquina de General López y 9 de Julio, luego, a fines de los años 30, se trasladó a 9 de Julio, entre Hábegger y Mitre.
Máquina para clavar zapatos
Los zapatos son parte del atuendo de una persona y han evolucionado acorde a los tiempos, las modas y las culturas propias de los diversos pueblos. También evolucionaron las herramientas auxiliares de los zapateros artesanales.
La imagen corresponde a parte de la máquina utilizada en la zapatería Durieux para aplicar los clavos, comunes o de bronce, en la confección de zapatos y de botas “a medida”, tanto para hombres como para mujeres.
Esta importante pieza, tantas veces usada en una zapatería tradicional de Reconquista como fue la de Juan Durieux, se halla en el Museo Histórico Municipal donada por su hija Nélida Blanca Durieux.
Datos brindados por Nélida Blanca Durieux entrevistada
por la profesora Andrea Starna en 1996.
Por Mirta Vacou – Extracto del libro “De fortín militar a ciudad inteligente” (2023).