Lo que dejó la semana: que el árbol no nos impida ver el bosque
La semana pasada volvió a mostrar lo duro de la realidad actual, de la crisis que estamos atravesando, muy a pesar de los ingentes esfuerzos del gobierno por tratar de minimizarla. Es que hoy, ayer, nunca, el sol logra taparse con las manos. Las crisis se superan con determinación, gestión y procurando hacer las cosas diferentes a lo que venimos haciendo; de lo contrario, se sabe, nada nuevo vendrá sobre nosotros y el resultado está cantado. Este gobierno, y en más o en menos, todos los gobiernos de las últimas décadas volvieron sobre sus propios pasos y tropezaron infinidad de veces sobre los mismos escollos. Fueron incapaces de quitar del camino por el que debemos transitar los argentinos.
Se sabe que cuando ingresamos a una crisis, estamos en crisis por lo que venimos apuntando desde esta columna, en realidad ustedes no necesitan ningún apunte, es lo que viven en la diaria, lo que cuesta saber es cómo y cuándo se supera tanta improvisación y desmanejo.
Los países no se funden y la Argentina mucho menos. A diferencia de las empresas y las economías familiares, las naciones nunca se funden, porque tienen la obligación inexcusable de seguir su derrotero, a pesar de los gobiernos que le toque en suerte. En el caso de nuestro país, es mucho más cierto todavía, no solo que no podrán fundirnos (por acción o por inacción de los gobernantes) sino porque tenemos una potencialidad enorme, que muchos afuera (desde la mirada de otros) no entienden cómo estamos como estamos. Países que son menos que una provincia argentina, aseguran una calidad de vida sensiblemente superior a la que posee un argentino medio, ni hablar de quienes viven en la cada vez más amplia franja de la pobreza y ni hablar de la indigencia.
Nos sobran recursos, pero nos falta gobernanza (o gobernabilidad). Muchos dirán es una verdad de perogrullo, nada que ya no conozcamos. Solo quiero compartir aquí dos ejemplos que lo explican con evidencia, solo dos, son muchísimos más. Vale recordar que con la crisis del 2001, desde el exterior no podían entender como habíamos caído de manera tan profunda, pero al poco tiempo también, no lograban comprender cómo salimos tan rápidamente de esta situación. Lo recordamos, fue con dialogo y no con esta “maldita” grieta que beneficia a pocos en perjuicio de las inmensas mayorías; fue con el campo que aportó voluntariamente el 10% de su producción y no en contra del campo, nuevo chivo emisario de tanta desproporción y desmanejo.
Solo Santa Fe asegura el autoabastecimiento de Gas Oil. No lo dice este columnista, lo afirmó con contundencia el Ministro de la Producción de la provincia, Daniel Costamagna. “La producción santafesina de biodisesel resuelve el abastecimiento del combustible”, destacó el titular de la cartera productiva.
¿Qué hicieron nuestros gobernantes y legisladores oficialistas? A fines del año pasado, cuando todavía tenían mayoría en ambas cámaras del congreso, resolvieron reducir el corte obligatorio con biodiesel al 5%. El destinatario directo de esta determinación fue el campo, enemigo de estos “ilustrados”, los únicos que se pelean con la gallina de los huevos de oro. La realidad y las urgencias, hizo que deban retroceder, volver atrás: resolvieron que la producción de gas oil pase del 5 al 7,5% y por 60 días, eleven el corte al 12,5% biodiesel.
Lo que terminamos de compartir es solo una muestra de la imprevisión y capacidad de gestión. Consecuencias: no hubo gasoil, la producción se vio en serios problemas, el transporte llegó a pagar 300 pesos el litro, debimos importar este combustible por 1000 millones de dólares. No tenemos dólares, pero estos improvisados, se dan el lujo de rifarlos de esta manera tan absurda.
Tenemos una de las mayores reservas de gas, pero importamos gas. Vaya contradicción esta también. Vaca Muerta constituye uno de los reservorios más importantes del mundo, pero faltan las obras para que la producción se distribuya a todo el país y a los puertos. Hay seis veces más de reservas que todo el gas que se necesita para los próximos 20 años. En números y dólares, dejaríamos de malgastar 5/6000 millones de la moneda americana por importar gas y podríamos exportar por 25.000 millones de dólares al año, la pesada deuda externa que nos dejó Macri se abona en menos de dos años. Ni hablar del litio, que abona lo que así se viene expresando.
Los recursos están, pero faltan quienes los gestionan. Hablando en rueda de amigos, me dicen es muy cierto todo esto, la gran pregunta es quien gobierna todo esto. Una certeza, los que tenemos y tuvimos seguramente no, Macri incluido (su fracaso explica la vuelta de Cristina) y mucho menos Milei. Confiemos en nuestros jóvenes, tenemos mentes brillantes que el mundo se esfuerza por contratar. Lo importante es acordar y decir, así NUNCA MÁS!!!
El valor de la producción es la fuerza de la esperanza a futuro. En esta semana que estamos iniciando, y luego de dos años imposibilitados de realizarla a raíz de la pandemia, vuelve la expo rural. Las recorridas realizadas en la previa muestran el enorme potencial del hombre de campo, que se transmite al sector industrial y comercial. Existe desconcierto, pero sobran ganas, faltan certezas y previsibilidad, pero abunda el compromiso de no bajar los brazos, a pesar de los pesares. Por todo ello, sigo siendo optimista y reafirmo la visión que ARGENTINA TIENE FUTURO !!!
Muy buena semana para todos ustedes.
Lic. José Carlos Odasso