Lo que dejó la semana
Fue una semana muy particular porque incluyó la celebración del Día del Periodista y así muchas muestras de afecto y cariño por parte de ustedes, que son los únicos destinatarios de nuestro esfuerzo y compromiso. Muchas gracias por tantos mensajes que, por un lado, nos indican que estamos por el camino correcto, y por el otro, son el combustible que nos brinda las fuerzas necesarias para afrontar la tarea cotidiana. Pero no todo fue celebración, la semana dejó otros temas por abordar.
Creación de la Escuela Región Norte de Policía. Fue un paso hacia adelante sumamente auspicioso y por ello lo queremos subrayar. Hasta estos momentos, quienes poseían la determinación de iniciar una carrera policial, debían viajar a Rosario y últimamente se sumó Santa Fe.
Somos testigos de los enormes esfuerzos de muchos jóvenes y sus familias para poder cumplir con esa vocación. A su vez, una radiografía de la realidad muestra dos distorsiones que la regionalización de las escuelas de policías pretende subsanar: policías del norte que deben prestar servicios en Santa Fe y Rosario y la falta de más aspirantes.
Faltan más policías, al menos en la Unidad Regional IX, que tiene jurisdicción sobre todo el departamento Gral. Obligado. La planta de personal tiene el mismo número de efectivos que 10 años atrás. Poco más de 500 numerarios para un territorio tan extendido son absolutamente insuficientes. El mapa de cada localidad y de los sectores barriales en las grandes ciudades es alarmante.
Más policías no significa que se resuelva de un día para el otro el problema de la seguridad, o en su defecto de la inseguridad, que nos aqueja. Pero hay algo que esta muy claro, sin policías no hay seguridad posible.
Juntos por la Ruta 11. Fue una convocatoria efectuada por Cambiemos (o Juntos por el Cambio, a esta hora ya perdimos la cuenta como es el verdadero nombre de este frente político) para visibilizar un problema de larga data y que por lo tanto fue transversal a muchos gobiernos nacionales, de más de un signo político, si bien el actual oficialismo es el mayor responsable porque estuvo más años en el poder sin brindar soluciones concretas.
Lo bueno es que el problema se incluya en la agenda de temas de la región y no mucho más que ello. La convocatoria surgió especialmente de los Senadores Nacionales Losada – Scarpín, pero más allá de la puesta en escena, deja sabor a poco. No hubo una acción o estrategia definida que permita avizorar una solución, ni siquiera un documento que manifieste la gravedad de la situación de la Ruta 11 y posibles alternativas que permitan terminan con tanta postergación y olvido.
El tema debe ser transversal al color político. Como sucedió con el problema del narcotráfico, que reunió a todas las fuerzas políticas, incluso a representantes de los tres poderes del estado, ello también debió suceder acá, para que la Ruta 11 sea efectivamente una política de estado, más allá del signo partidario del gobierno de turno. Alguien por allí, como al pasar, dijo si no logran ensanchar el puente sobre el Arroyo del Rey y contar con una tercera vía de interconexión física Avellaneda-Reconquista, que podemos esperar sobre esta ruta. Bueno, la esperanza es lo ultimo que se pierde y no hay peor gestión que aquella que no se hace, pero así es solo una ilusión.
¿Cómo andamos por Avellaneda? Conocido el decreto del gobierno provincial, por el cual se convoca a elecciones de Intendente en esta ciudad, a efectos de cumplimentar el resto del mandato del actual Senador Scarpín, titulamos “la elección que nadie quiere”, pero que inexorablemente debe cumplimentarse.
Afirmamos en aquel momento que, para el partido gobernante, toda elección es un tiempo diferente, que demanda esfuerzo y atención y muchas veces el eje de gestión se deba modificar temporalmente. Las demandas son otras, si bien el actual oficialismo no tuvo mayores problemas en ungir como único candidato al actual intendente interino Gonzalo Braidot. En solo seis meses al frente del municipio, el mandatario en funciones logró demostrar que está capacitado para conducir el gobierno municipal. Cuanta ya con la experiencia de las exigencias que el cargo requiere, Marcón y Scarpín son sostenes importantes, y lo más necesario, tiene ganas, se lo ve concentrado con la tarea asumida.
Una certeza y una incógnita. Unidos por Avellaneda -UPA- es casi seguro llevará su propio candidato, determinación apropiada, porque siempre esta expresión política se erigió en el fiel de la balanza entre radicales y peronistas. Cambiar esta posición tradicional como se especuló, puede significar lisa y llanamente su desaparición del escenario político.
Por el lado del justicialismo, el único interrogante es saber si podrán amalgamar todas las expresiones existentes en la figura de un solo candidato que pueda representarlas. Tarea no muy fácil de lograr en estas circunstancias. Si no son capaces de consensuar un solo nombre, habrá primarias y por lo tanto los vecinos de Avellaneda deberán ir dos veces a las urnas. El justicialismo tiene la ultima palabra en este punto.
Les dejo un cálido saludo y el deseo de una muy buena semana.
