Con la semana que finaliza, concluye su segundo mandato al frente del municipio de Reconquista, Enri Vallejos. Comienza, al mismo tiempo, un nuevo periodo de gestión como intendente municipal. Su segundo gobierno fue satisfactorio, a no dudarlo, caso contrario no hubiera sido reelecto, mucho más que tuvo enfrente a una candidata muy bien capacitada llamada Natalia Caparelli, quizá la contendiente más dura de las tres disputas electorales. Enri sabe seguramente, es de prever, que nada será igual, ahora el gobierno nacional y provincial no son de su mismo signo político. Esto no será determinante, pero representa a las claras una limitación. Es bueno coincidir también, el contexto socio-económico es evidentemente muy adverso, Milei asume un país en bancarrotas e inexorablemente esta herencia exigirá ciertas limitaciones, ya con la capacidad de gestión y el voluntarismo no alcanzan. Esto si determinará limitaciones manifiestas.
Finaliza una gestión exitosa. Estuvo caracterizada por la enorme voluntad de transformación y capacidad de realización. Reconquista ya no será la misma que 4 años atrás, cuando también Enri era su Intendente. Aunque para algunos les cuesta admitirlo, esa fue la principal fortaleza de este periodo. Se lograron obras muy importantes, algunas fuertemente demandadas y otras hasta impensadas. Repasemos algunas: las bicisendas y la iluminación hasta la IIIra. Brigada Aérea y al Puerto, la obra de desagües que resulta muy significativa, la puesta en valor del predio del Complejo Cultural La Estación, la pavimentación para varios sectores de la ciudad, entre otras obras ejecutadas. En suma, las inversiones fueron millonarias, porque los gobiernos provincial y nacional fueron del mismo signo y porque también hubo capacidad de gestión.
No todo lo que brilla es oro. Es muy real esta aseveración. Este gobierno, además de las obras, tuvo otros aciertos importantes. El trabajo desde la secretaría de Desarrollo Social está también en el haber. Cultura debe contarse también en el activo al igual que Control Público, que si bien puede seguir mejorando, tuvo un avance significativo.
Los que más se subrayó y se enfatizó en Enri fue su poco apego a la austeridad y a una administración cautelosa de los recursos. Para ser muy claros, faltó apego a: “No se gasta lo que no se tiene”. Sin dudas, esta debilidad es de presumir, que no podrá continuar en esta nueva gestión. La situación económica del municipio, y la forma en que logre resolverlo, marcará estos nuevos tiempos. De la forma en que Enri logre resolver o no esta situación, definirá en gran medida su tercer mandato.
Gastos duros e ingresos flexibles. Los salarios están en la columna de los primeros. El aumento salarial que se pagó con los haberes de noviembre, representa casi 60 millones más, con respecto al mes anterior. La masa salaria sumó 600 millones de pesos el mes pasado, 180 de los cuales se debieron financiar apelando a empréstitos bancarios (el 30% del compromiso salarial a abonar). Esto explica también porqué ya no se pueden otorgar adelantos a mitad de mes, como se venía realizando. En realidad, Reconquista no es una excepción, a decir verdad. Muchos municipios y comunas en más o en menos, atraviesan por situaciones similares.
En este rubro se deben incluir también los insumos, muchos de los cuales son esenciales para atender servicio que no pueden postergarse. Mientras escribo este artículo, YPF aumentó sus combustibles un 30% en promedio. Lo que no se puede dejar de hacer es limpiar, barrer, juntar los residuos, cortar el pasto, arreglar las calles. Hay cosas que pueden esperar y otras que no admiten esperas.
Mientras los gastos aumentan por el ascensor, los ingresos suben, pero por la escalera. En este tipo de situaciones, el vecino le otorga mayor prioridad a otros pagos, los servicios y tributos quedan en un segundo plano, muchas veces no por falta de voluntad, simplemente por imposibilidad de atender diversos frentes al mismo tiempo. Pensar que, en diciembre, además de pagar los sueldos, se deben abonar aguinaldos.
El que paga mal, compra también mal. El proveedor necesita hacerse del dinero, tan pronto entrega los insumos y mercaderías vendidas. La inflación devora los ingresos y por lo tanto no tiene forma de cubrirse. Ya no se compra al mejor precio, sino al que está dispuesto a cobrar cuando haya plata. Confieso decirlo, esta película ya la vi, son momentos duros y de mucha austeridad inexorablemente.
Desde el propio riñón del reelecto intendente, alguien me confesaba con absoluta claridad, Enri debería desprenderse de al menos de 200 personas. ¿Lo hará? Pensar también que algunos finalizan sus mandatos en el concejo y otros vuelven después de haber ocupado cargos a nivel provincial y nacional. Las derrotas originan estas consecuencias amargas.
La obra pública. Están en ejecución obras que se financian con recursos provinciales y otras con fondos nacionales. Preventivamente, hay obras que ya fueron paralizadas, como la construcción de las 210 viviendas que se ejecutaban a través de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo.
Reconquista tiene 40 cooperativas de trabajo, al menos hasta hace muy poco tiempo atrás. Suman algo así como 1000 operarios que es muy difícil sostengan sus fuentes de trabajo. La situación laboral se complejizará también.
Minoría en el Concejo. Es otra realidad, que si bien no resulta determinante, exige una relación diferente con los concejales. Gobernar con minoría en el cuerpo deliberativo, siempre entraña una mayor tranquilidad, ahora ya no será tan así. Muchas iniciativas demandarán tiempo, negociación y la búsqueda de consensos; en más o en menos, lo que le sucederá a Milei con el Congreso de la Nación, esto es en una escala obviamente mucho menor, pero escala al fin.
Piloto de tormentas. Enri supo ganarse merecidamente el título de hacedor, de ejecutor, de gran gestionador. En estos nuevos tiempos, al comenzar su tercer gobierno, el único hasta ahora que logró esta oportunidad por parte de la ciudadanía, deberá reconvertirse. Se necesita un piloto de tormenta. La forma en que logre afrontar estas tempestades determinara el éxito o no de su tercer mandato. Es de desear que todo sea para bien, no para una persona, sino por el bien común de toda la población. El tiempo será el juez implacable.
Les deseo una muy buena semana.
Lic. José Carlos Odasso