Deseo comenzar esta columna con lo que finalizó y con lo que estamos iniciando esta nueva semana: El Rally del Jaaukanigás. La ciudad y la zona cobraron un ritmo diferente. Mucha gente de otros lugares eligió Reconquista para disfrutar de este deporte automovilístico realmente apasionante. La pasión mueve montañas y esta oportunidad no es una excepción. Pero en realidad, el propósito por considerar es otro.
La determinación política de potenciar el valor turístico de la región es lo que debemos coincidir en ponderar. Un análisis crítico, desde la óptica de este columnista, contribuye a puntualizar hechos y acciones que merecen subsanarse, y con el mismo sentido, destacarlos para que puedan volver a reiterarse de cara al futuro.
Montar un evento de esta magnitud, requiere imaginación, determinación y acción, y ello quedó evidenciado que fueron aspectos destacados desde la organización de este rally. Fue un esfuerzo a gran escala de recursos humanos, y también hay que decirlo, económicos.
Lo importante es que esta decisión logre sostenerse en el tiempo. Los grandes logros exigen compromiso, continuidad y perseverancia. La Reconquista turística es factible, posible, si se trabaja con perseverancia. La generación económica del turismo es muy importante y bien puede ser un aspecto determinante del perfil productivo de la comunidad. Corresponde ahora transmitir y conseguir que diversos actores de la sociedad se encolumnen en torno a este objetivo.
Será importante que, como ocurre con el Rally, se puedan acordar otra serie de eventos convocantes de visitantes dispuestos a venir a Reconquista a los corsos, recuperar los festivales, redimensionar el Concurso del Surubí y obviamente apelar a nuevas alternativas como esta del automovilismo. Es pertinente destacar, además del esfuerzo público, que se necesita incorporar a la actividad privada. Reconquista requiere inversiones en materia de infraestructura, ampliación y modernización de la capacidad hotelera, entre otras. Estamos por el buen camino. La experiencia es positiva, solo su permanencia y multiplicación con otros eventos permitirán decir que valió la pena.
El Río Paraná, sus afluentes y zonas de islas, con la riqueza natural que nos regala, es otro potencial tesoro por explorar, no solo con voluntad, sino que se es necesario contar con capacidad profesional y una estrategia con metas perfectamente definidas.
Gianluca será nuestro embajador en el mundial. Muchos de ustedes podrán pensar y decir, es tu hijo, papás súper chochos. Ningún padre puede negar la satisfacción que le generan los logros de sus hijos. Es natural que así sea. Pero seguramente, Gianluca no es una excepción, son muchos como él, tantas veces desconocidos o anónimos, solo que tiene la posibilidad de compartir públicamente el objetivo alcanzado.
Lo muy importante para destacar es que de 8 millones de postulantes para ser voluntarios en el próximo mundial de Qatar, solo fueron preseleccionados 60.000, elegidos 2.000 extranjeros, 20 de ellos argentinos. Desarrollará sus tareas y responsabilidades el el Centro Internacional de Prensa, donde convergerán los periodistas deportivos de todo el mundo.
Este punto está en línea con lo apuntado para el turismo, con determinación, decisión, esfuerzo, trabajo, compromiso, los sueños logran plasmarse en la realidad. Cuando tenemos capacidad de soñar, es porque también tenemos la determinación de concretarlos.
Nada es fortuito, azaroso, por suerte. El éxito es el producto de todos los ingredientes enunciados. Me alegra mucho por ser su padre, pero mucho más me reconforta saber que hay jóvenes soñadores, con metas desafiantes y dispuestos a ser protagonistas de su propio futuro. Es lo que venimos sosteniendo, alentando y motivando desde este lugar, nada está perdido, existen motivos más que suficientes para seguir adelante. Los desafíos ¡VALEN LA PENA!
Les deseo una muy buena semana.