Al elegir una Alimentación Saludable (con todo lo que ello significa como te conté en la 1er publicación), es tu cuerpo, pero más integralmente tu vida, quien se va a recompensar con ella teniendo buena calidad de vida, bienestar.
Hoy te propongo hacer una evaluación general pensando ¿qué es lo que tenés en cuenta para conseguir los alimentos que comés?
Una de las primeras cosas que necesitamos para llevar a cabo una alimentación saludable es LA ORGANIZACIÓN. Bieen!! no necesitamos tanto, pero ¡qué tema! porque ahora la pregunta es ¿cómo la logramos?, te cuento que la única forma de lograr la organización es practicándola; así que empezá por proponértelo!!
Sea cuál sea el recorrido y las características qué consideras para conseguir los alimentos que comés, podemos concluir en que siempre vamos a comer aquello que más a mano tengamos (en el trabajo, en la mochila/cartera que nos acompaña los recorridos diarios, en la alacena de casa…), por lo tanto, la clave va a estar en la organización de las compras de alimentos. ¿Qué elegimos en las compras? (podríamos hablar largo y tendido del origen inicial de nuestros alimentos, de donde provienen, pero lo voy a dejar para otra ocasión, aunque ya podés comenzar a cuestionártelo). Acá es donde miramos nuestras Guías Alimentarias, (el gráfico que ya te presenté en otra ocasión) es quien nos puede ayudar a elegir qué comprar en mayor o menor cantidad para tener a nuestro alcance. Si no sos quién realiza las compras, te invito a que puedas involucrarte y que sean “compras conscientes”. La disponibilidad de alimentos ayuda a elegir tu estado de salud.
Un mini consejo a tener en cuenta primero que nada, (y teniendo la mirada en las guías) pensá que sean alimentos “lo más naturales posibles” y que nos ayuden a COCINAR lo que nosotros queramos comer, no aquellos que estén elaborados/pre-elaborados. Por ejemplo, si quisieras comer unas hamburguesas: no elijas comprar “la hamburguesa empaquetada”, sino pensá: qué deseas que forme parte de esa hamburguesa (carne, legumbres, vegetales, saborizantes/condimentos… ¿cuáles, en qué cantidades?), o lo mismo si quisieras tomar una sopita con este frío (¡de lo que gustes!) y así comprar los ingredientes para elaborar tu propio alimento.
Hacer una lista de compras con este lineamiento, además de cuidar conscientemente tu salud, va a cuidar tu economía (o al menos ayudará a evaluarla para tomar decisiones) ¿Necesitas tiempo? Sí, pero te aseguro que es una inversión a largo plazo y una vez que conquistaste la organización cómo hábito, ya no cuesta tanto ¡y tiene sus recompensas!
Si por alguna razón, decidís no incluír en tu alimentación algún GRUPO de alimentos, lo ideal es poder charlar con una profesional de la Nutrición para concordar con qué otros grupos podés reforzar esos nutrientes (sea en modificar formas de cocción o cantidades a lo largo del día). ¿Ésto se puede hacer? ¡Claro que sí, organizándote! ☺
Vamos a continuar charlando sobre tus compras y cómo organizar tu alacena, de a poco.
Arrancá por hacer una listita de compra consciente con tu guía, podés tener como estrategia dividir la lista en grupos de alimentos, ¡no te dejes estar! en esta época del año (un poco más que en otras) debemos fortalecer nuestras defensas y te aseguro que no hay mejor remedio y/o pre-remedio, que la alimentación.