En la histórica Reconquista cada Almacén de Ramos Generales tenía un rincón destinado al bar. La clientela que venía de la zona rural se tomaba un tiempito para degustar su bebida favorita. También había confiterías para la reunión de amigos en el momento del ocio. Se recuerdan a las siguientes:
. El bar y Confitería “Las Delicias”: en calle Habegger frente al cine Español. Perteneció a Antonio Peretti pero en 1936 la vendió a Héctor Savoia quien le dio continuidad como Confitería Las Delicias. Allí se solían reunir los empleados de comercio cuando estaban organizando el Centro de Empleados de Comercio en el año 1938.
. Confitería La Perla: ubicada en la esquina de calles Obligado e Iriondo y pertenecía a Rosa C. de Prendes. Era famosa por las exquisitas masas que se elaboraban allí, también licores finos y permanente surtido de caramelos. Los sábados y domingos se hacían parrilladas que reunían a un numeroso núcleo de clientes que gustaban saborear las viandas criollas.
.Confitería Gloria: en la esquina de calles General Obligado y Habegger y pertenecía a los socios Hugo Alexandria y Rubén Cardo. Aquí se solían reunir hombres de la política a discutir sus ideologías a inclusive a decidir quiénes serían sus candidatos para las elecciones.
. Confitería Mansilla: estaba ubicada en la esquina de Habegger y Obligado haciendo cruz con la anterior. Daniel Mansilla la estableció en el año 1928. Era el lugar de reunión de hombres de la clase social acomodada y empresarios que trabajaban en la zona céntrica. Cuando Daniel Mansilla fallece continúa administrándola su esposa Agustina Besga de Mansilla desde 1941 hasta 1971 en que decide retirarse.
El periodista Agustín Soria la recordaba sí:
“…según fuera la temperatura ambiente, en mesas ubicadas en la acera o en el interior del local, se podía observar en tertulia de amigos la presencia (entre otros habitués) de don Antonio Valenzuela, propietario y director del periódico “Tribuna”, vocero del acontecer de la ciudad, la de don Melchor, don Paco y Enrique Sellarés, apellido tradicional de la ciudad o la de don Moisés Gazze y Santiago Scarafía en largas y discutidas partidas de ajedrez.”