Se trata de las PASO, camino a la elección general del 16 de octubre, donde Avellaneda deberá elegir el sucesor de Scarpín, que completará su mandato hasta el 10 de diciembre del próximo año.
Con más del 70% de los votos a su favor, Gonzalo Braidot se alzó con un triunfo muy contundente, que de no mediar ningún hecho absolutamente excepcional, será muy difícil de modificar en tan poco lapso de tiempo.
La contundencia de los votos erige a Braidot en el sucesor de este camino que iniciara Delki Scarpín y continuaron Chacho Marcón y Dionisio. Ahora es el turno de Gonzalo Braidot, un joven político, de perfil algo bajo, no muy apegado a la alta exposición, pero muy formado, capaz, apegado al diálogo y al trabajo en equipo, que son sus grandes fortalezas.
El justicialismo definió un nuevo liderazgo. En realidad, al porcentaje de votos que podría obtener el oficialismo gobernante, la otra gran incógnita era quién sería el contrincante de Braidot en la general de octubre. Dito González, un militante ahora dirigente, doblegó a Lucio Vallejos y se erige en un nuevo referente del peronismo.
González quiere que su partido vuelva a ser una opción de poder, al menos para llegar a ocupar una banca en el Concejo. Esto es otro tema, por lo pronto, Gonzalo Braidot es el gran triunfador en esta elección, y más acotadamente pero que también importa, González ganó en el justicialismo, algo así como decir: “Gonzalo ganó en la ciudad, Dito en el peronismo”.