Respondiendo a los postulados de la Ley de Inmigración y Colonización Nº 817 del Presidente Dr. Nicolas Avellaneda, muchas fueron las corrientes inmigratorias que llegaron a nuestro país una de ellas, proveniente de la Región del Friuli Venezia Giulia, Italia, fue la que fundó nuestra ciudad de Avellaneda, el 18 de enero de 1879, al pisar, por primera vez, este suelo ubicado en la margen izquierda del Arroyo El Rey.
Los primeros pobladores eran poseedores de una profunda fe cristiana que los ayudó a sobrellevar con fe y esperanza todos los inconvenientes que se les presentaron en la nueva tierra. Diariamente rezaban el Rosario, dando a sus hijos un claro ejemplo de amor a Dios y a la Santísima Virgen, bajo la advocación de la Beata Vergine delle Grazie que ellos tenían en Italia.
La veneración hacia Nuestra Señora de las Mercedes estaba impuesta en la gente ya desde la época en que actuaron los Sacerdotes Mercedarios. Por ello, cuando llegaron los primeros inmigrantes adoptaron, poco tiempo después, la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes cuyo significado, por sinonimia, es el mismo que el de Nuestra Señora de Las Gracias (Madonna delle Grazie).
Periódicamente eran atendidos por los sacerdotes que se encontraban en Reconquista. En sus primeros días por Fran Bernardo Trippini, reemplazado, el 10 de mayo de 1879, por Fray Antonio Rossi, Cura Conversor hasta el 4 de enero de 1891.
POR EL PROF. VÍCTOR J. BRAIDOT, EXTRACTO DEL LIBRO “100 AÑOS DE PARROQUIA, SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA DE LAS MERCEDES.
