Sumidos en el traqueteo periodístico diario con causas judiciales, día a día citadino y regional, accidentes, política y políticos, noticias gubernamentales y más, contar historias de vida, son nuestras preferidas; más aún, cuando son ejemplos para aplaudir y por qué no, copiar.
En Vía Libre conocimos algunas historias de superación y otras que no se han podido llevar a cabo aún. Uno de ellos es Daniel Varela, que cuando volvió a su casa tras vivir 20 años en la calle, confesó volver a nacer. También la triste historia del florista, con la pérdida de su hermana Vanesa y la vida que supo no sonreírle. No nos olvidamos de Jorge, que aún vagabundea por las calles reconquistenses, aunque él así lo prefiera. Y Graciela Gomez, que denunció a su hijo por robo y nos enseñó cuán importantes son los valores y la honestidad.
Hoy es el turno de Damián, o más conocido como “Tuca”, que supo ser un personaje emblemático del centro de la ciudad. Tuca cambió su vida: volvió con su familia -viven en Loteo Belén-, está en proceso de recuperación y su bienestar ha mejorado tanto, que “está irreconocible”.
El 28 de marzo de 2021 volvió a su hogar con los suyos y desde entonces ha ido mejorando progresivamente. ¡Es para festejar! Iris, su mamá, abrió su corazón, agradeció por la ayuda y celebra el reencuentro con Damián. “Estoy muy contenta y agradecida que está conmigo. Él está bien y contento también”, dijo, en primera instancia.
Explicó que está en un tratamiento para mejorar su salud, toma pastillas y hace actividad física, una o dos horas diarias. “Vuelve contento”, agrega. El contacto y la relación con quienes lo rodean también prosperaron; los vecinos, lo acompañan. “Habla bien, conoce a la gente. Hay que tratarlo tranquilo, que él no esté nervioso”, aclara Iris, con una voz algo tímida pero feliz.
Como en todas las historias, puede haber altibajos. Afortunadamente, en este cuento el nudo o problema no fue grande, una de las protagonistas supo cómo desenredarlo. Iris comenta que tiene sus días de ‘cascarrabias’, según cómo se levante. “A veces se levanta medio chinchudo y con ganas de irse. Yo lo hablo, prácticamente lo atajo, lo convenzo y se queda. Charla conmigo”, explica la madre.
Además, eternamente agradecida -lo repitió varias veces en la entrevista-, la mantiene feliz su bienestar tanto psíquico como físico. Mientras estuvo en situación de calle, estaba tirado, parecía golpeado, consumía alcohol y drogas… “A comparación de cómo estaba, ahora está bien”, finaliza Iris.
Las otras historias que esperan un cambio.
