Argentina se encuentra en una situación dramáticamente difícil y compleja, pero es mucho más grave aún porque existen problemas que no admiten esperas y cuanto más tiempo pase, inexorablemente la solución será más difícil de encontrar y dolorosa de aplicar.
Es muy cierto, se llega a este estado de cosas por los errores propios de este gobierno, por los errores de los gobiernos anteriores, Macri y también de la década ganada durante la gestión su ex amiga Cristina, sumado a la pandemia, a la guerra y a todas las demás excusas que se quieren buscar y seguramente se habrán de encontrar.
Lo que debe conocer Alberto es que fue elegido mandatario por más de la mitad de los argentinos para que resuelva los problemas y al menos no los agrave. Al asumir la presidencia, debió saber que contraía un compromiso con toda la sociedad argentina, sin distinciones de ninguna naturaleza y debemos de convenir que muy poco o nada de esa responsabilidad está cumpliendo.
Ya no se pueden esperar grandes soluciones, peor todavía, al menos es de desear que no siga profundizando los males endémicos de este maravilloso país. No se puede ser optimista en este turbulento estado de peleas intestinales que impiden establecer una hoja de ruta, por más elemental que ella sea. Alberto necesita ser consciente, los principales enemigos a su gobierno no son los de Juntos por el cambio, Macri o Milei, los tiene adentro, son parte de este fracaso como frente político, por más que algunos ya ensayan la retirada como si nada tuvieran que ver con este gobierno tan penoso. “No se puede ser gobierno y oposición al mismo tiempo” afirmó el diputado Rodrigo de Lodero.
Máximo Kirchner le habla a Alberto como si él no tuviera nada que ver, como si estuviera en otro partido, pero mientras tanto, se asegura que las principales cajas – ANSES, PAMI, etc.- sean administradas por gente a fin a su entramado. Lo califica de aventurero. “Si un compañero habla mal de otro, deja de ser peronista”, le respondió el presidente parafraseando al General. Y el ministro de seguridad -o de inseguridad- para mejor llamarlo, Aníbal Fernández, salió también a cruzarlo: “Puede que la sepa todas, pero nosotros no somos boludos” … Pero hay algo para lo que Máximo es super eficiente, según lo manifestó oficialmente en su propia declaración jurada; en un año fiscal, su patrimonio se incrementó en 120 millones de pesos, por lo visto, a no todos les va mal.
El Plan parche de Sergio Massa. “Lo atamo con alambre”, ese tema emblemático de Ignacio Copani define a la perfección lo que viene sucediendo en el campo económico. Hay que reconocerle también al Ministro de Economía, mucho más no puede hacer en este cuadro de situación tan adverso. Massa tiene claro que con Cristina no se puede pelear, y, por lo tanto, muchas medidas que considera necesarias adoptar deben seguir esperando. Es más, debe tomar ciertas determinaciones que no comparte, pero la relación con ella es primordial y estratégica. Mientras esto sucede, la inflación sigue empinada y desafía con llegar a los tres dígitos, que será el piso para el próximo año, muy lejos del 60% que se presupuesta. Cada semana aparece un nuevo tipo de dólar, a esta altura ya se perdió la cuenta de cuantos existen, 20, 30, 40… Es lo que muchos economistas dicen devaluación por goteo, hasta que alguno se anime a hacer lo que otros temen.
Juntos, pero no tan juntos. En la vereda de enfrente, la realidad no es mucho más beneficiosa y pacífica, los trapitos ya no se lavan adentro y los intercambios y hasta los agravios públicos son cada vez más notorios. Conduce a que muchos pensemos, son más de lo mismo. Hasta tuvieron que organizar un desayuno de urgencia este ultimo martes en el PRO y por la tarde en Cambiemos para tratar de apaciguar las aguas. Muchos de ellos pueden creer que a un año de las elecciones ya ganaron, que el regreso al poder está a la vuelta de la esquina, ignoran que un país imprevisible como el nuestro un año es una eternidad de tiempo en el cual todo puede llegar a suceder.
Las preocupaciones de la gente no están en la agenda política. Inflación, falta de trabajo, inseguridad, educación, más producción, no figuran en la agenda del gobierno ni tampoco de la oposición. Con mucha irresponsabilidad y cada vez más alejados de la gente, solo piensan en los posicionamientos políticos, en roscas, en candidaturas, el más inteligente para ser el que vocifera la grosería más altisonante. Da la impresión que viven en otra realidad, cada vez más diferente a la que padece el hombre de a pie. Y lo más lamentable todavía, las muy pocas ideas que se esbozan son las que ya fracasaron estrepitosamente en el pasado, pero siguen tropezando sobre la misma piedra, total el dolor que genera a ellos no los toca.
Alberto, usted tiene la lapicera dice Cristina, le queda un cuarto de su mandato, si en verdad piensa que su relección es algo más que un sueño mágico, haga algo por favor, hay mucha gente que la está pasando muy mal, que sufre, que tiene necesidades como nunca antes. Piense en la gente que lo votó, que confió en usted cuando dijo que volvían y serían mejores, gobernar no es para miedosos y dubitativos, exige coraje, determinación, compromiso, valentía. Falta todavía y pero las necesidades no admiten esperas.
Un saludo y un buen inicio de semana.
José Carlos Odasso.