Este miércoles dialogamos en nuestro programa radial con Rocío, la oficial de policía que se encontraba prestando servicio en Rosario mientras en Reconquista, su hija quiso quitarse la vida por bullying en la escuela.
Al respecto, Rocío manifestó: “Después de que le dieran el alta, tenía que hacer una guardia más para que me den licencia. Hablé con ella y le dije que iba a volver y así fue”.
“El jueves la volví a llevar al hospital porque le dolía la cara, no podía respirar y tenía ataques de pánico, era evidente que eran a causa de que tenía que volver a irme. El sábado viajé, hice mi guardia y, desde ahí empecé a no estar tranquila porque ella volvió a repetir conductas que hizo antes de querer suicidarse”.
“Intenté buscar el pase de todas las maneras, políticamente, presentando notas, mediante bienestar policial y no lo logré. Mi hija me necesita, por lo cual ayer entregué el arma y el chaleco, aguanté hasta donde pude”.
“No le debo nada a la policía porque no gané nada, simplemente gané que mi hija se sienta abandonada. La salud de mis hijos está primero”.
“Empecé la guardia muy angustiada, mis compañeros dieron aviso a mi superior y activaron un protocolo mediante el cual debí entregar el arma y el chaleco. Ahora tengo que ser evaluada psicológicamente pero está decidido que no voy a volver a dejar a mi hija y no voy a volver a Rosario. La policía no se lo merece ni me va a sacar la vida de mi hija”.
“De alguna manera vamos a vivir, con lo poco pero felices”.
“La respuesta del Ministerio de Seguridad fue que solamente podía darse el traslado si alguien de acá se iba a Rosario, es decir uno por uno”.
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