Este martes dialogamos en nuestro programa radial con el analista de sistemas de computación, Eduardo Pagura, vecino de Reconquista de 69 años, cuya conmovedora historia de vida ha sido replicada por el escritor Aldo Sotelo.
Al respecto, Pagura manifestó: “Él conocía mi historia, mi vida, los esfuerzos por llegar donde estoy y un día me preguntó si quería escribir sobre mi infancia. He hecho cosas en mi vida que tal vez puedan servirle a los demás como ejemplo, todo se basó en esfuerzo, voluntad y en asumir lo que uno tiene”.
“La poliomielitis me dejó con discapacidad, tuve que caminar desde los 6 años con aparatos ortopédicos y muletas y llegué a tener mi casa, mi auto, 3 hijas, mi trabajo de director en la Municipalidad de Reconquista durante 32 años, dando todo de mi. Cuando Dios te quita algo, te da otra cosa”.
Realizando un resumen de su historia, narró: “Un día, cuando tenía 9 meses de vida, amanecí con mucha fiebre y parte de mi cuerpo tenía falta de movilidad en los miembros superiores e inferiores de forma cruzada. Me fui debilitando progresivamente, perdiendo la fuerza en los miembros, no sé lo que es caminar sin aparatos”.
“Se intentaron un montón de cosas, me trasladaron a Santa Fe para intervenirme quirúrgicamente, estuve un año internado y me injertaron nervios de chivo en la rodilla. Después de ello tuve rehabilitación, ejercicios y adaptarme a caminar con las órtesis y las muletas, las cuales usé hasta hace poco tiempo. A día de hoy me movilizo con una scooter electrónica”.
“Fueron años difíciles para mis padres sobre todo allá en La Lola, fui uno de los primeros casos de polio en la zona, pero ellos lo asumieron, nunca me escondieron y salieron adelante, incluso crearon una escuela para que yo pueda continuar mis estudios”.
“Cuando terminé la secundaria volví al campo, yo quería ser contador pero por cuestiones económicas no se pudo. Estudié para ser técnico en radio y televisión y, cuando vine a Reconquista aparecieron varias cosas, tuve trabajo reparando equipos de radio y luego conseguí que me tomaran en la Municipalidad de Reconquista y allí estuve 32 años”.
Finalmente, Eduardo concluyó: “No tengo nada que quejarme de la vida, me dio todo. Para poder llegar a cualquier instancia hay que tener fe en Dios, creer en uno mismo, tener voluntad y esfuerzo”.
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