Tras la reunión mantenida en la Cámara de Diputados de Santa Fe entre los legisladores y representantes de los trabajadores de Algodonera Avellaneda, el diputado nacional Dionisio Scarpín dialogó con Vía Libre y analizó la crítica situación que atraviesa la empresa y sus empleados.
“Lo que traté de hacer fue articular una reunión con la Comisión de Asuntos Laborales, principalmente para visibilizar un poco más el problema en la capital provincial y que pueda tener repercusión, para ver si de alguna manera se puede encontrar una solución”, explicó Scarpín.
El legislador reconoció que la Cámara no tiene herramientas directas para intervenir, pero puede cumplir un rol importante como articuladora con el Ejecutivo provincial o con otras entidades.
“La situación es supercompleja, ya todos en el norte la conocen. La empresa está sin fibra, sin fondos para comprarla y sin acceso al crédito. Además, está concursada y tiene su industria como garantía de créditos de Vicentín”, detalló.
Scarpín también advirtió que a las dificultades estructurales se suma la apertura indiscriminada de importaciones, que afecta de forma directa a las industrias textiles locales. “Compiten de manera casi desleal”, lamentó.
Respecto al reclamo salarial, el diputado radical confirmó que los empleados cobraron recién la segunda quincena de septiembre, aunque no percibieron los haberes de octubre, lo que agrava la situación social.
“Nada puede reemplazar un sueldo. Con ese ingreso se paga el alquiler, la luz, la escuela de los chicos y la comida. Cualquier ayuda no debe tapar el objetivo principal: que la empresa vuelva a funcionar”, subrayó.
Consultado por la relación de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) con Algodonera Avellaneda, Scarpín destacó la voluntad de acompañar por parte de la distribuidora eléctrica.
“La EPE ha demostrado voluntad desde el inicio del conflicto. Si hay fibra y alguien que quiera trabajar, no creo que haya inconvenientes. De hecho, han hecho convenios muy convenientes para la empresa”, afirmó.
El diputado también se refirió al contexto económico general, señalando que la crisis afecta a otras industrias de la provincia:
“No sólo el norte está complicado. En el sur también hay fábricas metalúrgicas, textiles y del acero con problemas. Todos esperamos que, tras las elecciones, el país pueda retomar una senda de crecimiento”, expresó.
Finalmente, Scarpín destacó el impacto social que genera la paralización de la planta en el norte santafesino.
“Cuando uno habla de 350 trabajadores en una comunidad de 100 mil habitantes, es muchísimo. En ciudades más grandes hay otras oportunidades, pero en nuestras comunidades pequeñas, reinsertarse es muy difícil. Por eso la preocupación es aún mayor”, señaló.




