Rubén Alberto Cataneo continuará detenido mientras avanza la investigación en su contra por hechos de violencia de género denunciados por su reciente pareja y una anterior. La audiencia imputativa y de medidas cautelares se llevó a cabo en la Oficina de Gestión Judicial de Las Toscas.
El imputado había sido detenido el fin de semana pasado en Villa Guillermina, y enfrenta cargos por lesiones leves calificadas por el vínculo, amenazas y desobediencia a mandatos judiciales. Según precisó el fiscal Dr. Norberto Ríos durante la audiencia, se trata de un caso encuadrado en un “círculo de la violencia“, con una espiral de agresividad que fue en aumento. Además, se le imputó un hecho ocurrido en 2023 que aún no prescribió.
La defensa estuvo a cargo de la Dra. Valeria Lapizonde, en representación de la Defensa Pública. El juez Dr. Gonzalo Basualdo resolvió dictar prisión preventiva sin plazos para Cataneo, ante la gravedad de los hechos y el riesgo procesal.
Asimismo, se solicitó la realización de entrevistas en Cámara Gesell para los hijos de una de las víctimas.
El círculo de la violencia
Muchas veces la violencia en las relaciones de pareja tiene una modalidad cíclica (texto de Dirección General de Políticas de Género del Ministerio Público Fiscal).
1) Acumulación de tensión
En la etapa de tensión, él acumula enojos y su ira va en aumento sin motivos comprensibles. Se burla de vos, te ridiculiza y humilla. Sentís angustia y soledad pero justificás sus agresiones. Las violencias son sutiles, “invisibles”.
2) Episodio agudo de golpes o de agresión
En la etapa de agresión generalmente se desata la violencia. Sufrís agresiones físicas o sexuales y continúa la violencia psicológica. Sentís impotencia y dolor. Las violencias son explícitas.
3) Etapa de arrepentimiento o “luna de miel”
En la etapa de arrepentimiento o “luna de miel” se suspende la violencia. Te dice que nunca más volverá a lastimarte. No solo se muestra cariñoso para que no lo abandones sino que efectivamente realiza acciones que te hacen pensar que cambió. Te pide perdón y dice lamentarse por lo que te hizo. Sentís confusión, ilusión y pena. Pero esta situación de aparente paridad en la relación, no suele sostenerse durante mucho tiempo. El agresor necesita ejercer el control nuevamente.
Y el círculo vuelve a comenzar… si bien ya no sos la misma luego de haber atravesado todos estos momentos, es importante la intervención de una tercera persona o institución para lograr romper con ese ciclo abusivo.
