La familia de Nicolás Iván Alegre atraviesa una situación límite. Su madre y su hermano denuncian que el joven, menor de edad, roba para drogarse, los hostiga y vende sus pertenencias del hogar. El joven ha sido amenazado y vecinos han intentado lincharlo en más de una ocasión.
Para consumir, Nicolás ha vendido muebles, ropa, colchones, chapas e incluso las bombillas del mate. Hasta amenazó con vender un terreno de la familia. María Elva Villalba y José Amarilla son madre y hermano mayor de Nicolás, de 16 años y que hace dos años roba.
Los propios vecinos lo tienen identificado y han intentado agredirlo en varias oportunidades. Su familia teme que Nicolás sea lastimado o incluso asesinado por culpa de la droga, o que lastime a terceros.
Por otro lado, aseguran que no se alimenta y lo ven físicamente deteriorado. Su madre lamenta haber perdido el control de su hijo, a quien crio sola tras el fallecimiento de su marido.
La familia afirma no saber quién le provee la droga: “Él anda por todos lados, y las drogas están en todos lados”. Por otro lado, la policía lo ha detenido en distintas ocasiones pero, por ser menor de edad, queda en libertad a las pocas horas. Es devuelto a su familia, quienes no saben qué hacer con él.
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