Después de 5 años de la presentación de la solicitud del concurso de acreedores, la Corte Suprema de Justicia de la provincia decidió rechazar por mayoría, con el voto en contra nuevamente de la doctora Gastaldi, el acuerdo que oportunamente decidiera la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista.
Esta decisión no sorprende prácticamente a nadie. Cuando ayer lunes, se escuchó el sonido de las alarmas en la planta fabril que la empresa concursada posee en Avellaneda, la respuesta fue: “Se trató de un acto involuntario”, pero que puede ser la antesala de lo que se viene, entiéndase el fallo de la Corte que se conoció hoy públicamente, si bien Rafael Gutiérrez ya antes de concluir 2.024 declaró que la determinación estaba tomada.
Los cortesanos resolvieron declarar procedente el recurso de inconstitucionalidad que anula la sentencia de la Cámara de Reconquista, pero no ordena el cramdown sino que envía las actuaciones a una instancia inferior, para un nuevo procedimiento. Como el tribunal de origen es la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista, ahora deberá actuar la Cámara de Rafaela.
Cómo sigue esta disputa
Vicentin tiene ahora 10 días hábiles judiciales para rechazar esta determinación y solicitar que las actuaciones sean elevadas al fuero federal, entiéndase la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La Corte Provincial puede acceder a esa solicitud o bien rechazarla. Si sucede esta segunda alternativa, la empresa puede acudir en queja al máximo órgano de justicia de la Nación y esta deberá dictaminar si acepta o no abocarse al tema. Mientras dure todo este proceso, el decisorio de la Corte Santafesina quedará en suspenso.
Los socios estratégicos tienen la palabra
La falta de determinación en el proceso concursal deriva la mirada sobre la actitud a adoptar por los socios interesados en la empresa. Si siguen trabajando a fasón como hasta el presente, este fallo será un paso más en un proceso de nunca acabar. Si el tiempo se agotó, la situación se habrá de complejizar notoriamente y especialmente para el complejo industrial que Vicentin posee en esta zona Norte. “No está muerto quien pelea”, nos dijo alguien allegado a la empresa. El tiempo lo dirá y ese dictamen será ya implacable.
