El crecimiento de Sample, el bar creado por Alan Mussin y su familia, sigue a paso firme. A tres años de su apertura, el proyecto que nació con la idea simple de “hacer un bar distinto y que todos lo sientan como un lugar propio” atraviesa una etapa de expansión y transformación marcada por la inauguración de una segunda sucursal en el centro de Reconquista y una renovación en la organización del servicio.
En diálogo con nuestro medio, Mussin repasó el camino recorrido, los desafíos del crecimiento acelerado y los objetivos que se plantean para el futuro inmediato.
De una idea joven a un fenómeno local
“Crecimos muchísimo, incluso más de lo que esperábamos”, admite Alan. Lo que comenzó como un espacio pensado para jóvenes y previas terminó convirtiéndose en un ambiente completamente diferente: familiar, tranquilo, con buena comida y música suave.
“Mi idea era un bar para gente de mi edad, pero se creó un ambiente chill, donde podés venir con tu familia, tu novia o tus amigos. Fue todo lo contrario a lo que imaginaba, pero terminó siendo hermoso”, nos contó.
El desafío de las demoras y un cambio estructural
Como sucede en muchos bares en pleno crecimiento, Sample debió enfrentar uno de los problemas más comunes: las demoras por exceso de pedidos.
“El primer paso fue sumar personal, pero aun así seguían entrando más y más pedidos”, explica Mussin. La solución llegó con un cambio organizativo profundo: separar completamente la cocina destinada al delivery de la cocina del local principal.
“Trasladamos todos los pedidos de delivery a otra cocina. En Patricio Diez ahora se atiende únicamente a quienes van a comer al bar, mientras que en la nueva sucursal trabajamos exclusivamente los pedidos para llevar y el delivery. Eso nos permitió reducir muchísimo las demoras”, agregó.
Una nueva sucursal con nuevos objetivos
Con la segunda sede ya funcionando, Sample apunta a elevar la calidad del servicio y aumentar considerablemente la capacidad operativa.
Además, en la nueva sucursal planean sumar en los próximos meses un área de bar con mesas, sillas y espacio para disfrutar como en el local original, pero con algunas innovaciones.
Crecimiento, emoción y ganas de más
Alan reconoce que el crecimiento fue tan emocionante como desafiante:
“Nos gusta lo que hacemos, le ponemos mucho amor. Ver que la gente apoya lo que creaste es lo mejor. Pero este crecimiento también te vuelve loco: resolvés un problema y aparece otro, y nunca parás de invertir. Igual, vale la pena”.
La expansión no se detendría en la ciudad:
“Me encantaría ir a Corrientes, Santa Fe, Rosario. Nos gustaría expandirnos a otras ciudades y provincias”, proyecta.
Cuando se le pregunta cómo imagina a Sample en tres años, Alan no duda:
“Me gustaría que sea una marca muy reconocida a nivel nacional. Ese es el objetivo”.
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