Este lunes 21 de abril de 2025 entrevistamos en nuestro programa radial a Arminda Aragón, vecina y amiga desde la juventud de Jorge Bergoglio, quien compartió recuerdos profundos sobre el Papa Francisco, resaltando su humildad, sencillez y compromiso religioso. Dijo conocerlo de la iglesia de San José de Flores, “porque él era de la Acción Católica. Yo también era de la Acción Católica y tenía entre mi grupo de juveniles a una de las hermanas de Bergoglio, Martita“, describió.
Era un joven realmente un misionero. Yo lo recuerdo siempre que su vocación le nació un día que el grupo de la Acción Católica nos íbamos de picnic.
Recordó que su amigo venía por uno de los laterales de la iglesia y se paró frente a un confesionario y se confesó con un sacerdote viejito. “Y ahí sintió su vocación y no fue al PINI, se quedó porque de ahí nació su vocación religiosa“, reveló. Recordó que su entrañable amigo primero fue sacerdote, después fue obispo, “llegó a ser papa, y él nunca se olvidó de flores y nunca se olvidó de sus amigos“, valoró.
Era un muchacho muy, muy misionero. Lo recuerdo en la calle Rivadavia, en las esquinas, regalando rosarios, llevando libros, misionando. Tenía una vocación religiosa increíble.
Sostuvo que Jorge Bergoglio era alegre, simpático, jovial, “y era un muchacho realmente de Jesús. Por eso lo transmitía constantemente. Con solo su presencia, él transmitía a Jesús”, destacó.
Un muchacho simple, alegre, misionero, ayudaba a toda la gente que él podía ayudar.
Añadió que Jorge era un ser extraordinario, “como todos los jóvenes”, consideró Aragón. “Él se distinguía entre todos los jóvenes por su forma de ser”, agregó a su descripción. Añadió que el religioso era muy inteligente también. “Era muy inteligente, lo demostró no solamente a través de sus escritos, a través de su paso por esta tierra, porque él era querido en todo el mundo“, fundamentó. Finalmente dijo que el Papa era querido por muchos en Argentina, “pero también no era querido por otro grupo, como pasa en todos los lados“, comentó.
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