Los actos en las fiestas patrias eran muy esperados por algunos sectores de la ciudad en la década del 30 y del 40 donde se aprovechaban los momentos para juntarse y disfrutar.
Varias veces ya lo dijimos que los actos protocolares y populares que se programaban en una fiesta patria, mayormente el 25 de mayo y el 9 de julio, estaba a cargo de una comisión designada por el intendente de turno.
Cada año había una variación, un 8 de julio era posible alguna función de cine extraordinaria organizada por el empresario señor Federico Bravo que atendía la programación del cine Belgrano, la recaudación podía ir para algún fin benéfico, por ejemplo adquirir víveres para ser distribuidos a las personas necesitadas.
En una oportunidad con lo obtenido por las entradas al cine se logró una recaudación de $141.50 lo cual alcanzó para distribuir vales para la compra de 350 Kg de carne e igual cantidad de galleta, hoy por ejemplo esa compra de carne a un valor de $10.000 de promedio saldría $3.500.000 en tanto para comprar pan habría que invertir la suma de $700.000 con el pan a $2.000.
También se daban los casos que podría aparecer algún almacén de ramos generales o una tienda que colabora con prendas de vestir para entregar a las personas más humildes de la comunidad.
Había ganaderos que donaban animales que luego se distribuían a la población o también por allí se cocinaba un asado con el cual se atendía de forma gratuita a toda la comunidad de determinado lugar.
Fernando Pallotti me cuenta sobre esas fiestas populares “el domingo a la mañana misa, a la tarde los juegos populares, carrera de bicicletas, de embolsados, algún torneo de fútbol, la vuelta al perro por calle Obligado desde casa Arteta, calle Obligado casi Habegger, hasta la farmacia Azzarini en Iriondo y Obligado”.
“El objetivo, era caminar con alguna chica, vestir nuestra mejor ropa, que nos vean, los más grandes se refugiaban en algún momento en Confitería Mansilla, nosotros los más jóvenes en Confitería Gloria que estaba enfrente, en diagonal, por Obligado y Habegger en la esquina”.
“Esa caminata la hacíamos varias veces, esperábamos la llegada del baile, en el Tenis Club, en la plaza 25 de Mayo, y ahí estábamos en la milonga dos o tres horas con los amigos, contando chistes, viendo qué chica podíamos enganchar para el baile, tomábamos un café, una bebida sin alcohol hasta el final”.
“Una vez llegados a casa, luego del baile, a preparar los libros y las carpetas para ir a la escuela al otro día”….
En la imagen podemos ver una foto de la época, esta vez un baile popular, en carnaval en las instalaciones del Reconquista Tenis Club, década del 50, al aire libre.
LOS DETALLES DE LA FOTOGRAFÍA DEL ARTÍCULO:
Reconqusta Tennis Club
Patio en los Carnavales de 1953
De izquierda a derecha:
la “Mascarita”; Rex W.H. Stutz (el Pupi); un amigo;
Carlos M. Rabazzi (el Cabezon); Fernando H. Pallotti (el Nando o Remache);
Raymundo Peralta (la Vaca o Miguel Strogoff),
Alberto Seve de Gaston (el Cacho o el Gordo)