Para dar clase en 1923 una maestra debía firmar con el Consejo de Educación un contrato con vigencia de ocho meses, que le imponía estas obligaciones:
1-No casarse, este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2-No andar en compañía de hombres.
3-Estar en su casa entre las 8 de lka noche y las 6 de la mañana, a menos que sea para atender función escolar.
4-No pasearse por heladerías del centro de la ciudad.
5-No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6-No fumar cigarrillos, el contrato se anulará si se encontrara a la maestra fumando.
7-No beber cerveza, ni vino ni whisky.
8-No viajar en coche o automóvil con ningún hombre salvo su hermano o padre.
9-No vestir ropa de colores brillantes.
10-No teñirse el pelo.
11-Usar al menos dos enaguas.
12-No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos.
13-Mantener limpia el aula.
14-Barrer el suelo al menos una vez al día.
15-Fregar el suelo del aula al menos una vez a la semana con agua caliente.
16-Limpiar la pizarra al menos una vez al día.
17-Encender fuego a las 7 de modo que la habitación esté caliente cuando lleguen los niños.
18.No usar polvos faciales , no maquillarse ni pintarse los labios.

Después de la reforma universitaria, se imponía a los docentes un régimen que invadía su vida privada, con toques filo esclavistas.
Varias cuestiones inconstitucionales, como la prohibición de casarse, pero para conseguir el trabajo debían firmar y cumplir.
Quizás por eso se llama señoritas a las maestras.
Tomó años que se asumieran como trabajadoras, se sindicalizaran, bregaran po sus derechos laborales y civilesm y tuvieran paritarias.
Cuando se dicta la ley de contrato de trabajo había que comprarla para saber su contenido.
Una de las primeras medidas de la dictadura cívico militar de a976 fue despedazar la ley de contrato de trabajo, derogaron 125 de sus 301 artículos.
La norma fue repuesta durante el kirchenerismo aunque el contexto socioeconómico del siglo XXI era más adverso que cuando se aprueba.
Hoy hay una firme intención de acentuar la desigualdad de derechos.
El empobrecimiento de la población es campo fértil para quitar derechos.