Así como en calles Colón y Ley 1420 la navidad y el comienzo de un nuevo año se celebraban con el Baile de Karlen, en el barrio donde se ubicaba la casa José Yapur e Hijos, en Patricio Diez y 25 de Mayo, ocurría lo mismo desde el año 1938 aproximadamente.
De un grupo de familias domiciliadas en esa zona, parte de 9 de Julio, Iturraspe, Olessio, siempre unidas por fuertes vínculos de amistad y parentesco, nació la idea de organizar un baile público con entrada gratuita.
Don Julio Lupis identifica algunas, eran las familias de Arturo Torossi, de Juan, de Dante, de Humberto, y de César Torossi, del Dr. Honorato Nardelli, de Emilio, Juan, Manuel, Pedro y Ceferino Nardelli, de Pedro y Leopoldo Cabás, de la familia Fanelli, José A. Rovere y familia, familia de José Yapur, Félix Cainelli, Juan Monsalve, Jacinto Vera, Luis Perini, Isaac Rolón, Cheda Nalli, José Caramuto, posteriormente se agregan otras personas.
Cheda Nalli tenía una tienda en Olessio y Patricio Diez, Isaac Rolón poseía una chanchería por calle Iturraspe, Fanelli contaba con una sodería cerca de la plaza 9 de Julio por Iturraspe y además tenía la venta de hielo.
Los Torossi tenían una carpintería por Patricio Diez entre 9 de Julio y 25 de Mayo, Rovere un taller mecánico, José Caramuto era inspector municipal, el Dr. Honorato Nardelli vivía en 25 de Mayo y Patricio Diez y era presidente del Deportivo Automóvil Club Reconquista, que organizaba carreras de autos en esos años, los Nardelli eran propietarios de un servicio fúnebre, mientras que “Pechuga” Monsalve era muy conocido en el ambiente del deporte en esos años porque era delantero de Platense.
Agustín Pallotti que vivió en esos años, era un niño en este tiempo, no recuerda de los bailes de Yapur, pero rescata lo que sucedía para la navidad en el Hotel Pallotti, “mi abuela murió en el 40, ya del 30 y pico, hasta el 44/45 se hacía un gran festejo de navidad”.
“Ocurre que en el hotel estaban todos los colectiveros, quienes iban y venían de Santa Fe y de Resistencia, había pasajeros que pernoctaban una noche, se hacían grandes mesas en el patio del hotel, 40 personas, toda gente grande, donde se comía muy bien, había mucha música y la exquisitez de la cocina, pan dulce, sidra y clericó para después de la cena. Era muy lindo ver los preparativos durante el día, los cocineros cortaban las frutas , se ponía mucho vino negro, en grandes ollas, algunos lo hacían con garnacha, que era un vino dulzón, tipo carlón, rosado, la comida se extendía hasta las 11 o 12 de la noche”.
“En el medio se ubicaba la olla de clericó y quedaban hasta las 3 o 4 de la mañana. Algunos de los colectiveros eran oriundos de España, de Italia y se comía muy bien”.
“Primero se probaba una entrada con mucho fiambre, y después pollo, asado, carne al horno, la mesa larga en un patio amplio que antes se regaba, tampoco faltaban el pan dulce, garrapiñada, nueces, avellanas, almendras, peladillas, que eran confituras blancas, confites blancos, el clásico turrón”.
“Yo era una criatura, queríamos que venga el niño dios, los grandes tomaban el vino o el porrón, nosotros la chinchibira, siempre esperábamos algún juguete, los actos patrios en esos años tenían una gran significación, para el 25 de mayo me regalaban un par de zapatos de charol que eran una hermosura, guardapolvo bien planchado con almidón, escarapela, para ir a la plaza, después venían los juegos populares, para navidad tener una bicicleta, un triciclo, una pelota, algún juguete, era muy importante para nosotros, otra época”.
La música
Frente a Yapur, contaba don Julio Lupis, que la música la proporcionaba una propaladora local seleccionando discos, al principio con parlantes ubicados en la esquina, frente a la pista, y también en el mismo vehículo de propaganda.
La propaladora era propiedad del “Húngaro” Galfrascoli, padre, quién tuvo la virtud durante muchos años de traer artistas de renombre nacional e internacional a los bailes populares de Reconquista.
Así lo recuerda el “Pato” Musante, “recuerdo los bailes de Yapur, no era el único, en mi barrio por Bolívar y Moreno, se juntaba gente en la esquina para bailar el 24 y el 31, pero no era muy conocido por la población”.
“El Húngaro Galfrascoli lo trajo al Trío Los Panchos, los auténticos , para un baile en Central, a Sandro, Juan Ramón, Palito Ortega, Los Wawanco, Leo Dan, quién se presenta en el Tenis Club y en Platense, todos ellos en su momento de mayor apogeo”, dice el Pato.
“En la esquina del negocio de José Yapur se bailaba, ahí había una tienda y un almacén, y estaban Carlitos, Humberto y Julio al frente, me acuerdo de algunos empleados, Teresita Peteán, Perini en la tienda, Fola en el almacén, Nuni Solari, Rodolfo Yoris más adelante”.
Gladys Mireya Solari Marcón, hija de un policía, que tiene una despensa hoy en el barrio Moreno, me contaba que ingresa a trabajar en la casa de José Yapur el 19 de Abril de 1961 y “me jubilo luego de 31 años de servicio. Me acuerdo del baile, había un buffet, la música frente a Tanino, con propaladora u orquesta, esta última quizás Los Juveniles, dirigida por Nani Stafuzza que tuvo esta formación antes que Los Estudiantes. La gente se divertía sanamente, había un buffet en que se vendían bebidas únicamente”.
“Nuni” me contaba que hizo su secundario en la EMPA que funcionaba en la Escuela Rivadavia, antes se anotó en varias casas de comercio, entre ellas, Casa José Yapur e Hijos, un día llaman a la puerta de su casa, preguntan por ella, atiende su mamá, y se trataba de don José Yapur, fue una mañana, “necesito que empiece a trabajar con nosotros”, cuándo pregunta Nuni, “hoy mismo a la tarde, usted va a ser la cajera, así que la esperamos en el negocio”. “Yo no tenía calzados ni ropa adecuada, a pesar de mi papá policía, éramos pobres, me puse lo que tenía, me mostraron la caja, me dijeron que tenía que llevar una planilla, poner luego todo el dinero en una caja de madera y entregarlo, así fue estuve más de 30 años”.
El baile del cual Fernando Pallotti no tiene recuerdos, se iniciaba en navidad a la 1 de la mañana y en año nuevo después de las 24 hs, luego del brindis en cada casa y duraba hasta el amanecer.
Los chicos también hacían su aporte, asistiendo junto a sus padres.
Durante 25 años se celebró esta fiesta, y cuando el 6 de noviembre de 1959 se realizaba la pavimentación de la calle Patricio Diez en ese sector, los asistentes tuvieron la posibilidad de inaugurarla.
Quienes fueron puntales importantes en el desarrollo y organización de este baile popular, los Yapur, el Dr. Honorato Nardelli al comienzo y luego tomó la posta el Dr. Guillermo Pietropaolo, ambos ocuparon la misma casa, en 25 de Mayo y Patricio Diez. Estela, hija de este último, se acuerda del evento y comentaba que con el aporte de todos los vecinos, se hacía un clericó en una olla grande, que se repartía gratuitamente a todos los asistentes.
Asimismo agregaba que en un tiempo solamente se hacía el festejo para navidad.
Don Eduardo Acosta, quién fue empleado de la familia Yapur toda su vida, primero con Elías y luego se inició al lado de Ángel Yapur cuando decide empezar con su negocio de venta de materiales de construcción, me comentaba que solía colaborar en la organización del baile.
Juan Carlos Nardelli manifiesta que su padre y sus hermanos fueron activos militantes de esta causa en su momento de mayor apogeo, hasta que el baile se terminó.
Don Julio Manuel Lupis, expresa que en el año 1963 se suspendió definitivamente este encuentro sin ningún motivo especial, tal vez influyeron la desaparición de algunos vecinos, y el cambio de domicilio de determinadas familias, hacia otros barrios o fuera de la ciudad.
Han pasado casi 90 años desde el inicio de esa fiesta popular y 60 desde su desaparición.
Yo no me acuerdo de los bailes en la esquina de Yapur, era muy chico, sí de los bailes de Karlen, en Colón y Ley 1420, pero esa es otra historia.