Tras el anuncio del presidente Javier Milei sobre la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Dra. Marta Cohen analizó el impacto que esta decisión podría tener en el país. “Sabía que iba a suceder, no fue ninguna sorpresa. Fue titular en todos los diarios del Reino Unido. Me dio pena“, expresó. También señaló que esta medida debería haber sido evaluada por un grupo de científicos que analizara los beneficios y perjuicios de abandonar el organismo, brindando esa información al público antes de tomar una decisión.
La especialista destacó la importancia de la OMS en la salud global y su rol en la prevención de pandemias. “Es una organización sin fines de lucro que se creó en 1948 y de la que forman parte unos 196-198 países que desempeña muchas funciones. Es la encargada de detectar, monitorear y responder a las amenazas emergentes a la salud, como sucedió recientemente con la viruela símica. El trabajo de la OMS evitó que esto se convirtiera en otra pandemia o, al menos, en un brote epidémico similar al del VIH en los años 80″, declaró.
También resaltó que la OMS recopila y analiza información de todo el mundo a través de sus oficinas, lo que permite tener una visión global de la salud y anticiparse a problemas emergentes. Como ejemplo, mencionó la viruela símica: “Establece estándares y desarrolla pautas y programas. Gracias a esto, se identificaron rápidamente los casos en el Congo, luego en Europa y, finalmente, en Argentina. Todos sabíamos qué pasaba, quiénes eran las personas vulnerables y qué vacunas debían aplicarse. Se destinaron vacunas para esos lugares“.
En cuanto al impacto que la salida de Argentina podría tener en el acceso a recursos y asistencia técnica, advirtió: “También proporciona productos básicos, como vacunas y antivirales, a aquellos países que no tienen la posibilidad de adquirirlos, como los de África, y brinda asistencia técnica a todos los gobiernos socios. Argentina va a dejar de ser un socio, lo que significa que perderá acceso a información y planificación. Va a perder minutos o días preciosos ante una alerta sanitaria“.
Si bien reconoció que la OMS cometió errores en la gestión de la pandemia de COVID-19, consideró que lo correcto sería buscar soluciones desde adentro en lugar de abandonar el organismo. “La OMS fue en parte responsable de que tuviéramos una pandemia. Se perdieron seis semanas importantísimas después de que China dio a conocer el virus. China no fue transparente y no permitió que la OMS investigara. […] Pero la OMS, una vez que supo del virus, perdió seis semanas en reuniones burocráticas. Se expandió tanto que, para el momento en que pusieron un plan en marcha, ya era tarde. No hay duda de que hay mucho por mejorar“, afirmó, aunque remarcó que países como Estados Unidos deberían impulsar cambios dentro del organismo en lugar de distanciarse de él. Durante la entrevista, también se refirió a los efectos adversos de las vacunas contra el COVID-19, y mencionó que estas críticas a la institución están reflejadas en su libro Un mundo en pandemia.
Por otra parte, aclaró que la salida de Argentina no representará un golpe económico significativo para la OMS, ya que el país solo aporta unos 8 millones de dólares, aún adeudados. “No es comparable con la salida de Estados Unidos, que proporciona el 18% del presupuesto de la organización“, explicó.
Finalmente, advirtió sobre las posibles consecuencias de esta decisión para el sistema sanitario argentino: “Tenemos mucho para perder y no ganamos nada, o muy poco, si nos vamos. La OMS no infringe en la soberanía de los países, sino que da directivas”.
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