Este viernes 5 de diciembre de 2025 entrevistamos en nuestro programa radial a Javier Mariscotti integrante del Grupo Mariscotti uno de los acreedores en el concurso de Vicentín Saic. “A nosotros Vicentín nos abrochó por todos los lados. En el caso mío, al ser una micro pyme, los créditos no son tan grandes como los de los productores“, detalló en el inicio de la charla el empresario.
“Mi crédito para otros puede ser irrisorio de apenas 11.000 dólares. En pleno momento, cuando arranca todo, representaban dos meses de sueldo para toda la compañía. Hoy es otro tipo de representación, un poco por el crecimiento que hemos tenido, pero en sí, la gravedad del tema no es solamente la acreencia, sino el cambio en el sistema del mercado“, describió.
Sobre la impugnación realizada por sus abogados a la propuesta del grupo Grassi señaló que fue hecha en dos puntos, “con la brevedad de lo que requiere, porque es muy fácil entenderlo“, explicó.
El empresario reveló que no firmó la propuesta de Grassi, “el que firmaba tenía el 10% , y pagadero de una forma, que decís che deja elijo cualquier otra propuesta“, indicó.
“Prácticamente obligado a firmar o decir, perdemos esa plata, pero disputamos el mercado, yo al no firmar quedo prendido en una propuesta abusiva. Y lo que más me molestaba es que te lo decían en la cara“, criticó. Señaló que ese condicionamiento propuesto era poco viable.
“Presenté una impugnación por eso, y por el segundo motivo tan importante para mí, la propuesta de ellos, abiertamente para que los productores recuperen el doble, productores y acopiadores recuperen el doble, eran que le entreguen mercadería a ellos, sin ningún tipo de intervención de corredores“, aseveró marcando que es una manera de dejarlo fuera del negocio.
“Yo tengo prácticamente dos clientes, que entre los dos, que son mis mayores clientes, tienen una acreencia de 600.000 dólares. Y si esos clientes adherían a ese formato, de entrada ya pierdo el volumen que sea, porque encima había que duplicar el volumen o un cierto volumen“, mencionó aportando más datos sobre su impugnación.
“En ningún momento aclaraba que ese iba a ser en el mercado contra el corretaje, contra el corretaje tradicional. Pero no hablamos de tradicional pensando en la vieja escuela del corredor pasador de precio nada más. Sino simplemente el corredor que viaja, que visita, que conoce a los clientes, que le lleva la mejor opción, que pelea por el precio”, analizó.
Adujo que los que firmaron la propuesta tenían una doble opción, “la primera opción era entregándole mercaderías a ellos, y eso le da una rentabilidad de un recupero del doble de la acreencia“, sumó.
En la continuidad del análisis de la propuesta del grupo Grassi dijo que era comprometerse durante 10 años a entregar esa mercadería, “todos decían, yo no te puedo entregar, qué sé yo qué me va a pasar el año que viene“, puntualizó el empresario. Agregó que también se ofrecía un fideicomiso, “que vos me cedes ese planteo de entrega de mercadería, y yo salgo a buscar al mercado esa mercadería. Y el pago tuyo es de tanto por ciento por año“, comentó.
Manifestó que el 1%, hoy en la soja representa 3 dólares y medio. El 1% en el maíz representa casi 2 dólares. En el trigo, un dólar con 80. “Mirá si ellos me van a decir de una bonificación de 10 dólares y ya van a perder en el mercado de soja, que es lo que más les interesa, porque el mercado de soja o girasol más o menos están prácticamente en 350 dólares. van a perder el 35% de la bonificación que ellos ya tienen estipulada para el mercado“, contó.
Criticas al juez
Sostuvo que la propuesta que el impugnó representa un montón de pérdida comercialmente el 1% en ese negocio. “Más, habiendo el volumen que tiene que haber para poder, son 7 millones de toneladas por año. Yo no puedo entender que el juez piense que porque llegue primero a un cierto volumen de cosas, no contemple la propuesta en sí”, reprochó.
El 19 presenté la impugnación y el 20 salió el decreto donde me toma a mí como un adherente a otro impugnante.
“El 25 se lo amplío para que realmente me vea como impugnante mostrándole la situación y el juez la rechaza. El 1 de diciembre recurro al mismo juez y la vuelve a rechazar casi instantáneamente“, lamentó.
Por eso el 3 de diciembre hicimos una presentación de queja ante la Cámara.
Refiriéndose al juez Lorenzini dijo que por más que escuche la radio, por más que lo lea, “no tiene ganas, eso es lo que me molesta. Perdonadme la euforia que tengo porque tengo que defender, yo tengo 5 empleados directos en la parte comercial“, concluyó.
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