Este jueves hablamos en nuestro programa radial con Antonio Aracre, exjefe de asesores del presidente Alberto Fernández y destacado economista, quien habló en profundidad sobre su trayectoria profesional, su experiencia en el ámbito político y su visión sobre el panorama económico y social de Argentina.
Aracre, quien recientemente terminó el libro “37 años y dos meses”, destacó que su mayor orgullo profesional radica en su extensa carrera en el sector privado. “Creo que me quedo con esos 37 años de gloria en el mundo privado y no con esos dos [meses en el gobierno], que no reniego, pero tampoco me enorgullezco demasiado porque fueron más para el olvido que para la gloria”, aseguró.
SU EXPERIENCIA EN EL SECTOR PRODUCTIVO:
Aracre detalló su paso como CEO por Syngenta, una reconocida empresa que fue adquirida por capitales chinos, destacando los desafíos de trabajar en un entorno empresarial con valores distintos a los occidentales. “Cuando con el tiempo llegan los capitales chinos, y uno sabe cómo se expresan frente a la diversidad […] a mí me resultaba más incómodo”, afirmó, haciendo referencia a su decisión de salir del clóset hace 15 años y cómo asumir la homosexualidad en China detrás de las murallas comunistas.
“Siendo una empresa europea no tuvo absolutamente ningún problema, pero con los capitales chinos, cuyos valores son distintos, era una cuestión que no comulgaba conmigo”, agregó.
En esta línea, destacó las diferencias estructurales entre los modelos económicos de China y Occidente. “China quiere emular un capitalismo, pero con reglas de mercado diferentes a las que estamos acostumbrados en el mundo occidental. Prácticamente, las grandes empresas que existen en China le pertenecen al Partido Comunista Chino y al Estado“, explicó.
SU PASO POR EL GOBIERNO Y LA TOXICIDAD DE LA POLÍTICA:
Aracre describió su breve paso de dos meses por el gobierno de Alberto Fernández como una experiencia desafiante. “Creo que hay que empezar a ver el lado positivo de las experiencias negativas […] se aprende mucho más de los fracasos que de los éxitos”, reflexionó. Sin embargo, también reconoció que la política no era para él. “En el mundo de la política hay otros intereses, egos y roscas […] descubrí que es una energía tóxica que no me interesa incorporar“, señaló.
El economista se mostró crítico de las dinámicas políticas, calificándolas como alejadas de las necesidades de la gente. “A mí me enferma permanecer en un entorno tan viciado por intereses que no están vinculados con la gente que la pasa mal”, afirmó.
Además, destacó la falta de enfoque en soluciones reales: “Cuando usted quiere discutir qué hacer para mejorar las condiciones de vida de los 15 millones de argentinos por debajo de la línea de pobreza, se encuentra con una rosca especulativa sobre cuántos votos se pueden ganar o perder”.
SU MIRADA DEL FENOMENO JAVIER MILEI:
Aracre también compartió su análisis sobre el ascenso de Javier Milei a la presidencia de Argentina. “Me parece que tiene que ver con esto justamente, con que la gente ya se dio cuenta de que los políticos tradicionales no buscaban mejorar sus condiciones de vida”, opinó.
Según propio Aracre, los votantes eligieron a Milei porque representa algo completamente distinto. “Es alguien que hace lo que dice y lo hace con una convicción avasallante, incluso castigando a sus mismos votantes porque entienden que es el único camino, aunque haya que pasarla mal en algún momento”, concluyó.
ACERCA DE ANTONIO ARACRE: