El presidente del Club Atlético Tigre de Avellaneda, “Cacho” Vicentín, se refirió públicamente a la situación que sacudió a la institución el último fin de semana, cuando en el bufet del club se habría producido un episodio de violencia de género que derivó en la detención del concesionario del lugar, Gonzalo Pugh.
Según se difundió, una mujer oriunda de barrio Cooperación de la ciudad fue encontrada en el baño del bar del club, golpeada y en estado de conmoción. La víctima señaló como responsable a Pugh, quien fue arrestado por la policía, aunque liberado poco después por decisión del fiscal en turno.
Frente a la repercusión del hecho, la comisión directiva resolvió la rescisión del contrato con el concesionario y la revocación de su credencial societaria, como lo comunicó oficialmente a la comunidad ayer martes.
En diálogo con Vía Libre, Vicentín reconoció que la noticia sorprendió a la comisión, ya que era una persona comprometida con la institución. “Son hechos que uno no los quiere pasar, pero ocurren“. Prefirió no hablar de la cuestión judicial del hecho, ya que “no tenemos información del caso“.
El presidente indicó que no tuvo contacto directo con Pugh desde entonces, aunque sí lo hicieron algunos integrantes de la comisión. Según relató, el propio acusado manifestó comprender la decisión y expresó su intención de retirarse del club, aunque negó haber cometido lo que se le imputa. Consultado sobre la víctima, Vicentín afirmó no conocerla.
Por último y a pesar de distanciarse de Pugh y sus acciones, pidió disculpas a la comunidad en nombre de la institución que preside.
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