Más de 40 representantes de municipios y comunas de los departamentos San Javier, General Obligado, Vera y 9 de Julio participaron en un encuentro histórico en el INTA Reconquista.
Durante la jornada de trabajo se identificaron desafíos claves para el territorio —infraestructura vial y energética, conectividad, migración juvenil, falta de financiamiento y de mano de obra especializada— y se destacó un fuerte capital humano, instituciones activas, recursos naturales y el potencial de la bioeconomía regional.
Casos emblemáticos
Durante la mañana se expusieron varias experiencias territoriales. San Javier compartió su gestión interinstitucional para el impulso de producción con valor agregado con el programa San Javier Emprende; el municipio de Avellaneda aportó su mirada con la planificación estratégica de la ruralidad; Garabato con la gestión local de alto impacto en producción y calidad de vida (bombas solares) y Tostado con la gestión de instalaciones industriales para procesamiento de algodón.
La actividad central de la jornada se dió por la tarde, en una actividad que invitaba a construir participativamente la visión regional del futuro productivo. Sus aportes fueron sistematizados en un documento integrador que refleja los principales desafíos y oportunidades de los territorios.
Se identificó que las problemáticas que más afectan al norte santafesino están relacionadas con la infraestructura deficiente —especialmente en caminos rurales, energía y conectividad—, la falta de financiamiento accesible, la migración de jóvenes, la escasa capacitación técnica y ciertas restricciones normativas que dificultan la producción o la realización de obras. También surgieron como preocupación los eventos climáticos extremos, la baja participación en espacios de gestión y la pérdida progresiva de capital humano.
Sin embargo, los participantes coincidieron en que la región cuenta con un capital humano resiliente, un entramado institucional activo, recursos naturales diversos, industrias instaladas y corredores logísticos estratégicos que resultan valiosos para proyectar una estrategia de desarrollo. Se destacó además el potencial para avanzar en energías renovables, bioeconomía y agregado de valor a la producción local.
Entre los consensos más fuertes emergió la necesidad de fortalecer la articulación público-privada, planificar a largo plazo con enfoque territorial y mejorar las capacidades locales para gestionar proyectos y recursos. La confianza institucional, el arraigo y la formación técnica aparecieron como elementos clave para sostener un desarrollo sostenible e inclusivo.
Líneas de acción para avanzar
A partir del análisis conjunto, se propuso crear Consorcios Regionales de Infraestructura para abordar los caminos rurales, el acceso a energía y la conectividad digital, junto con planes de resiliencia climática y obras hídricas. También se planteó impulsar escuelas de oficios rurales y programas de formación técnica, así como mecanismos que aseguren el arraigo juvenil mediante créditos blandos y asistencia técnica.
Se propuso consolidar Mesas Territoriales de Desarrollo y avanzar hacia un Observatorio Regional de datos productivos, ambientales y sociales, que permita sostener una planificación estratégica con base en información actualizada y confiable. En materia productiva, se planteó impulsar clústeres locales —forestales, caprinos, lácteos y de bioenergía— y promover la industrialización regional mediante incentivos y simplificación de trámites.
Otro eje fundamental fue la revisión de normativas y ordenanzas para simplificar procesos sin perder criterios de sustentabilidad, junto con acciones específicas para recuperar la participación social y la confianza institucional, considerada indispensable para impulsar proyectos territoriales de largo plazo.
El trabajo colectivo evidenció que el norte santafesino posee las condiciones para proyectar un desarrollo sostenible si logra consolidar una gobernanza regional que articule los esfuerzos del sector público, privado y académico. La visión compartida es clara: el desafío no es empezar de cero, sino ordenar lo que ya existe, conectar capacidades y planificar con una mirada de futuro.








