Enrique Macaya Márquez es, sin dudas, una de las voces más respetadas del periodismo deportivo argentino. A sus 91 años, sigue siendo una referencia ineludible para varias generaciones de periodistas y fanáticos del fútbol. Con 17 Copas del Mundo cubiertas —desde Suecia 1958 hasta la actualidad—, su mirada combina memoria, análisis y una honestidad que se mantiene intacta. En el marco del Olé Summit, Macaya habló con Vía Libre y dejó varias definiciones que pintan su vigencia y su forma de entender el deporte.
Una vida dedicada al periodismo y al fútbol
Consultado sobre su presente, Macaya destacó que continúa activo gracias a su vínculo con Torneos y Competencias y a su trabajo en DirecTV. “Sigo mi relación con Torneos, una empresa a la que le debo mucho”, afirmó. Su presencia en los medios sigue siendo símbolo de sobriedad, experiencia y una manera clásica de contar el fútbol que aún conserva seguidores.
¿Cuál es el partido más importante de la historia del fútbol argentino?
Frente a una pregunta que suele dividir opiniones, Macaya evitó elegir un único partido y puso el foco en el valor simbólico que tiene una final de Copa del Mundo. Para él, los encuentros que coronan a un seleccionado como campeón son los que se destacan por encima del resto, no sólo por la calidad futbolística, sino por la responsabilidad y el compromiso de los jugadores que representan al país.
“La obtención del campeonato del mundo tiene algo que lo distingue”, señaló, aunque admitió que cada hincha puede tener su favorito dependiendo del momento histórico o del impacto emocional.
La selección argentina que más mereció ser campeona… sin lograrlo
Macaya se mostró cauto a la hora de elegir qué selección argentina no campeona mereció más la gloria. “En todas quedamos en deuda”, dijo, remarcando que las eliminaciones siempre fueron una mezcla entre la incapacidad propia para resolver partidos y el mérito de los adversarios. Lejos de simplificaciones, invitó a repasar cada Mundial para comprender por qué el equipo argentino quedó afuera en determinadas ediciones.
El eterno debate: ¿quiénes son los mejores jugadores de la historia?
El periodista se permitió cuestionar la idea de establecer rankings definitivos. Para él, no existe un “mejor jugador de la historia”, porque la evaluación siempre está condicionada por las épocas, el contexto competitivo y la propia percepción del espectador.
“La estadística no siempre sirve y puede mentir”, sostuvo. Con esta frase dejó en claro que para comprender la grandeza de un futbolista no alcanza con números, sino que hay que tener en cuenta el entorno en el que se desarrolló y cómo se expresaba dentro de la cancha.
Un consejo para su versión de 15 años
En el cierre de la charla, Macaya se permitió una reflexión personal. Si pudiera hablar con el joven que fue, le diría que profundice el conocimiento del hecho deportivo y aprenda a interpretarlo. También remarcó la importancia de saber transmitir ese conocimiento “con respeto hacia los protagonistas” y adaptarse a las tecnologías, que hoy imponen nuevos desafíos y están fuertemente condicionadas por el factor económico.




