Tras el malestar expresado por vecinos y la nota difundida en este medio, y del desplazamiento del jefe de la terminal de omnibus de Reconquista, fueron colocadas las rejillas demandadas.
Se reemplazaron las que estaban dañadas y se instalaron nuevas en los lugares donde faltaban. Era una de las quejas sobre el estado y la gestión del edificio, pero no la única.