El intendente de Avellaneda, Gonzalo Braidot, encabezó un encuentro en el Centro de Innovación local junto al secretario general de Eixo Atlántico, Xoán Vázquez Mao, y un equipo de expertos europeos, en el marco de un proyecto de cooperación internacional que busca fortalecer la planificación estratégica y el desarrollo territorial de la región.
Braidot destacó la importancia de este espacio, fruto de un trabajo conjunto con financiamiento europeo, que en poco tiempo se transformó en un punto de referencia para el intercambio de conocimientos:
“Es un gusto poder compartir esta jornada en un lugar tan especial como el Centro de Innovación, que nació gracias a la cooperación internacional. Hoy tenemos la oportunidad de escuchar a personas capacitadas, generar una masa de conocimiento colectivo y seguir trabajando en un mismo objetivo: el desarrollo genuino de nuestras localidades”, expresó el intendente.
El mandatario local también agradeció a los funcionarios provinciales, legisladores, intendentes y presidentes comunales presentes, subrayando que este tipo de encuentros son posibles gracias a la articulación entre distintos niveles de gobierno e instituciones.
Por su parte, Xoán Vázquez Mao brindó un mensaje centrado en la necesidad de equilibrar planificación y acción en las gestiones públicas:
“Hacer sin pensar son ocurrencias, y pensar sin hacer son entelequias. Es importante planificar lo que queremos hacer y luego concretarlo, pero siempre con corresponsabilidad de toda la población. El municipio no es solo un lugar para pedir, sino la casa del pueblo, donde los ciudadanos también deben ser parte activa de la solución”, señaló.
Vázquez remarcó que la política debe concebirse como un servicio temporal y no como un privilegio eterno, recordando que quienes gobiernan vuelven luego a su condición de ciudadanos.
Una Avellaneda abierta al mundo
La ciudad de Avellaneda lleva años consolidando una identidad propia basada en la cooperación internacional. A lo largo del tiempo, ha tendido puentes con ciudades y regiones de distintos países, permitiendo el intercambio de estudiantes, emprendedores, productores, artistas e instituciones.
Ese entramado cultural, social y productivo dejó huellas visibles en la vida cotidiana de la comunidad y se convirtió en un sello distintivo de Avellaneda, que hoy se muestra orgullosa de lo logrado y con la mirada puesta en nuevos desafíos.
“Seguimos trabajando para construir una Avellaneda más conectada y abierta al mundo, generando oportunidades y proyectando un gran futuro en esta tierra que tanto queremos”, concluyó Braidot.
LAS DECLARACIONES DE VÁZQUEZ MAO:
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