La sesión del Concejo Deliberante de Reconquista de este jueves sumó un nuevo capítulo a las denuncias por irrregularidades dentro de la Municipalidad de Reconquista. En esta oportunidad, Laura Mai (integrante del colectivo Mujeres Radicales y extrabajadora del municipio) expuso el caso de Yamila Farollch, una empleada de planta permanente con 22 años de antigüedad, a quien, según relató, el Ejecutivo trasladó a un espacio insalubre y sin funciones reales, en una aparente represalia por su cercanía con sectores opositores.
Mai tomó la palabra tras una discusión entre la concejala oficialista Constanza Arzamendia y representantes de la oposición. Finalmente, se le permitió hablar a través del micrófono oficial del recinto.
Según relató, Farollch fue notificada de su traslado al día siguiente de las elecciones. Hasta entonces se desempeñaba en la Dirección de Rentas (dependiente de la Secretaría de Desarrollo Productivo), pero fue asignada sin explicaciones al cementerio municipal, con la supuesta tarea de digitalizar el archivo. Al llegar, Yamila se encontró con un empleado contratado asignado como su superior, quien durante varios días no supo darle tareas concretas, a pesar de sus insistencias. “Le dijeron que se ponga a estudiar“, afirmó Mai.
Farollch, contadora próxima a recibirse, fue destinada a un espacio sin internet, sin computadora, sin ventilación, con techo de chapa, sin piso terminado y entre papeles acumulados. La habitación, según denunció, carece de condiciones de salubridad.
La situación afectó su salud: actualmente se encuentra de licencia médica. Mai sostuvo que Yamila padece desde hace dos años problemas de salud conocidos por los funcionarios municipales, quienes igualmente decidieron ubicarla en esas condiciones. “Tuvo que retomar su tratamiento psiquiátrico“, explicó. “El último día que estuvo prestando funciones, prefirió quedarse afuera por el frío. El jefe la amenazó con suspenderla, lo que provocó una crisis de nervios.”
“Es la segunda vez que hacen esto con ella. Este hostigamiento no es solo para Yamila, es de todas las áreas de la Municipalidad de Reconquista. Es momento de terminar con esto“, afirmó Laura.
Tensión y cruces en el Concejo
El caso generó repercusiones entre concejales, incluso antes de que Mai tome la palabra. De la oposición, Luisina Pietropaolo sostuvo: “Es sumamente denigrante para cualquier trabajador que te digan que no tenés nada para hacer.”
Katia Passarino, por su parte: “Lo que está pasando en Reconquista es realmente preocupante, y viene pasando hace mucho tiempo. Hay persecución política. El empleado municipal no labura para un partido, labura para la comunidad. Es humillante para una persona formada que le estén dando nada para hacer. ¿Estamos esperando que la gente tenga que chuparle las medias a los políticos para estar en un lugar?“
Walter Kreni cuestionó las restricciones para que los ciudadanos puedan expresarse en el recinto: “Parece que no queremos darle la palabra a un par de vecinos que vienen a reclamar un tema justo que necesita una solución.” También Jorge Fiant intervino: “Parece que molesta que salga por el micrófono y quede grabado.”
Desde el oficialismo, la concejala Constanza Arzamendia justificó que el uso del micrófono debe coordinarse previamente: “Me llama la atención porque más que una cuestión de reclamo es una cuestión política. Yo no tengo problemas en escuchar, pero hay que ponernos de acuerdo en que tomen la palabra.” Luego de escuchar a Mai, afirmó que no la vio defendiéndola cuando a la actual concejal querían echarla del municipio: “No estoy de acuerdo con las persecuciones, pero tampoco con el atropello. Yo no miro de qué partido son. No me vengan a decir que tengo doble discurso.”
Por su parte, Hayde Vargas también apuntó contra el colectivo de Mujeres Radicales: “Yo no las vi solidarizándose conmigo cuando me allanaron la casa hace cuatro años. Las “persecuciones políticas”, depende de dónde vengan… No las vi en ese momento.”
La sesión completa puede verse en el canal oficial del Concejo: clic acá.




