El Cordobazo y el Reconquistazo

Si bien la marcha más grande tuvo lugar en Córdoba, (el “Cordobazo”), en Reconquista la dirigencia gremial del Centro de Empleados de Comercio al igual que otras organizaciones de la ciudad, no se mantuvieron al margen de lo que ocurría allí, porque sobre todos los sectores de la sociedad pesaba la política económica del gobierno de Onganía que se manifestaba fundamentalmente en la caída del poder adquisitivo del salario.
El Cordobazo fue una movilización popular que tuvo lugar en la ciudad de Córdoba, entre el 29 y 30 de mayo de 1969, liderada por Elpidio Torres y Atilio López, secretarios generales de los sindicatos SMATA (mecánicos) y UTA (transporte) respectivamente, y Agustín Tosco, perteneciente al sindicato de Luiz y Fuerza (energía eléctrica).
Formó parte de una serie de puebladas en la Argentina entre 1969 y 1972 que fue debilitando al gobierno de la dictadura autodenominada “Revolución Argentina”, de a poco el gobierno militar se fue cayendo y esto llevó a la salida del dictador Juan Carlos Onganía en junio de 1970, abriendo paso a un camino que va a desembocar en la convocatoria a elecciones generales que tuvieron lugar en 1973.
En Reconquista, la situación social era complicada, la comisión directiva del Centro de Empleados de Comercio se reunió el 28 de mayo de 1969 con la asistencia de su secretario general Ricardo Hiza, Florencio Caballero, Vicente Martínez y Eduardo Acosta. También asistieron los miembros de subcomisión, Oreste Vénica, Leopoldo Vega y Jaime Serfaty.
Se habló del paro nacional previsto por varias entidades gremiales en el orden nacional para el 30 de mayo, aguardaban la comunicación de la Confederación, que estaba alineada con la CGT, mientras que los organizadores de las movilizaciones en Córdoba se identificaban con la CGT de los Argentinos liderada por Raimundo Ongaro, que los apoyaba.
El programa de gobierno de la dictadura ganaba cada vez más opositores, no eran sólo los sectores populares afectados por la inflación y el congelamiento de sus salarios, también había quejas de un amplio abanico de pequeños y hasta grandes empresarios y sobre todo, los grandes propietarios del campo, no se podía ocultar que los únicos que se beneficiaban con el programa económico del “Onganiato” eran los grandes monopolios, principalmente extranjeros.
A ello se suma un clima social que se iba enrareciendo, empujado por la radicalización de amplios sectores sociales, pero también por las promesas del régimen militar de que finalmente llegaría el “tiempo social” y los primeros aumentos salariales en mucho tiempo, esta salida del letargo político coincidía con el cincuenta aniversario de la reforma universitaria, en un sector desafortunadamente maltratado antes y también hoy.
Así todo comenzó aquel 15 de mayo de 1969 con la protesta universitaria de Corrientes, los estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste se manifestaban en las calles contra el alza de los precios y contra la privatización del comedor estudiantil, en la represión fue asesinado el estudiante de medicina, Juan José Cabral.
Las marchas de protesta no se hicieron esperar, pero en Rosario, encontraron también la fatal reacción estatal, allí fue muerto alevosamente el estudiante de Económicas, Ramón Bello, pero no serán las únicas víctimas fatales de aquellos días. En Córdoba, donde existía una estrecha relación entre estudiantes y obreros, al descontento general se sumó la decisión del gobierno provincial de suprimir el “sábado inglés”, es decir, la media jornada laboral.
En consecuencia SMATA y el Sindicato de Luz y Fuerza convocaron a un paro activo con movilización para el 29 de mayo. El paro de actividades fue total en todo el país. Así, el 29 de mayo, los obreros particularmente de las plantas automotrices, Metalúrgicos, Luz y Fuerza y Transporte Automotor, se dirigieron al centro de la ciudad, donde se sumaron los estudiantes, la policía intentó frenarlos, pero no logró impedir el avance hacia los barrios céntricos.
Entonces, cae la primera víctima, el joven obrero Máximo Mena y sucede el estallido popular, el centro cordobés, especialmente el barrio clínicas, se convierte en un caos, trincheras, barricadas, piedras, gases, balas, la policía retrocede ante la revuelta, recién el 30 por la tarde y sólo por el concurso de las fuerzas militares, el gobierno recupera el control de la calle.
La represión es total y muchos dirigentes son apresados y juzgados por los Consejos de Guerra, por lo menos catorce personas fueron muertas en el Cordobazo.
Con aquellas memorables jornadas de lucha popular la misión suprema de la Revolución Argentina, que había derrocado a Arturo Illia en 1966, había fracasado espectacularmente: el orden y la tan mentada paz social se estrellaban contra una realidad bien distinta a la esperada. Aquel régimen militar estaba herido de muerte. En Rosario, el paro se hizo sentir de la mano de la CGT y de los gremios de Comercio, Construcción, AOTA, Vestido, Madera, a pesar que la Secretaría de Trabajo a cargo de San Sebastián en la provincia, lo había declarado ilegal amenazando que no se percibirá jornal y que podía haber despidos, los sindicatos que dispusieron medidas de fuerza podrían ser intervenidos y perderán su personería gremial, en el sector estatal se agrega la aplicación de sanciones reglamentarias y la cesantía.
El sábado inglés se refirió al descanso semanal desde las 12 horas del sábado hasta las 24 horas del domingo., se inspiró en la legislación inglesa de 1911 y fue sancionado en 1933, lo que significaba una pausa laboral sin reducción de salario.
A principios del siglo XX las jornadas laborales eran de 14 horas, todos los días de la semana, sin descanso para hombres, mujeres y niños. Significó el comienzo de semanas laborales de 44 horas.

EL RECONQUISTAZO
Se realizó en Reconquista ante los hechos ocurridos en Corrientes, Rosario y Córdoba, una marcha del silencio, “El Reconquistazo”, un grupo de estudiantes y de profesores de escuelas nacionales y provinciales, junto a dirigentes gremiales y de partidos políticos se movilizaron en la ciudad en memoria de los estudiantes muertos.
La columna partió desde la plaza 25 de Mayo, frente al “Monumento a la Madre” y recorrió el trayecto de las nueve cuadras de calle Patricio Diez, deteniéndose en cada bocacalle hasta el cementerio municipal, ante la Cruz Mayor donde fue depositada una ofrenda floral guardándose un instante de recogimiento.
Hizo uso de la palabra el dirigente Raúl Carusi, dirigente de la Unión Cívica Radical del Pueblo, luego hizo lo propio el estudiante Juan Carlos Domínguez (el Paraguayo Domínguez) del 6° año de la Escuela Nacional de Educación Técnica, más conocida como Escuela Industrial.
Finalizado el acto la columna regresó al punto de partida, entonando allí el himno nacional y desconcentrándose en el más perfecto orden. Cabe agregar que no se produjeron incidentes durante la marcha que fue custodiada por efectivos policiales.
Nos acotaba Raúl Borsatti que él estuvo presente en esa marcha como estudiante secundario en la Escuela Normal y días después de la misma que se hizo un sábado a la tarde, fue detenido y trasladado a Vera el estudiante Juan Carlos Domínguez.

Por Aldo Sotelo.