El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la inflación de diciembre de 2024 fue del 2,7%, cerrando el año con un incremento acumulado del 117,8% interanual. Este registro representa una caída significativa en comparación con el 211,4% alcanzado en 2023, una de las cifras más altas en la historia reciente del país.
Según el reporte oficial, el descenso responde a las políticas de estabilización económica implementadas durante el último año, que incluyeron ajustes fiscales y monetarios destinados a controlar el alza de precios. El Gobierno calificó la cifra como un reflejo del éxito de su plan económico y destacó la continuidad de la tendencia descendente en la inflación mensual durante los meses recientes.
Sectores con mayor y menor impacto
En diciembre de 2024, las divisiones que más contribuyeron al incremento general fueron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (5,3%), debido a subas en alquileres y servicios públicos, y Comunicación (5,0%), por aumentos en servicios de telefonía e Internet. Por otro lado, Prendas de vestir y calzado (1,6%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%) mostraron los menores incrementos del mes.
A nivel anual, los bienes aumentaron un 96,3%, mientras que los servicios se encarecieron un 189%, reflejando una disparidad en la evolución de precios. Esta brecha se consolidó a lo largo del año, marcando diferencias significativas en el impacto de la inflación sobre distintos sectores de la economía.
Proyecciones y desafíos para 2025
Las estimaciones para 2025 apuntan a una continuidad en la desaceleración de la inflación, con un pronóstico de cierre anual en torno al 25,9%, mientras que la economía podría crecer un 4,5%. A pesar de estas expectativas alentadoras, la inflación acumulada de 2024 continúa afectando el poder adquisitivo de los consumidores y la planificación financiera de las empresas.
En este contexto, el gobierno ha iniciado negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un nuevo programa que incluya fondos adicionales destinados a fortalecer las reservas del Banco Central y aliviar las restricciones cambiarias. Se espera un desembolso adicional de entre 10.000 y 15.000 millones de dólares en 2025.
El desafío de consolidar la estabilidad
Si bien la tendencia de desaceleración es positiva, los niveles actuales de inflación siguen siendo elevados en comparación con los estándares internacionales y regionales. Esto subraya la necesidad de mantener y profundizar las medidas de ajuste económico, fomentar la inversión y generar empleo para asegurar una recuperación sostenible.
